Los dos períodos en la vida de Yaakov
Al principio de Parashat Vayetzé leemos cómo Yaakov durmió en el camino mientras se dirigía a Jarán, y tuvo su famoso sueño de la escalera. La Torá dice que cuando cayó la noche, “vayishkav bamakom hahu” – “durmió en ese lugar” o “se puso a pasar la noche allí” (28:11). Rashí comenta que la frase “en ese lugar” debe interpretarse como un punto de contraste: Yaakov dormía allí, pero no había dormido durante los catorce años anteriores, que pasó absorto estudiando en la academia de Shem y Ever.
El origen de este comentario es el Midrash (Bereshit Rabá 68:11), que cita al rabino Yehuda como quien propuso esta lectura del verso.
El rabino Nejemia, sin embargo, como el Midrash cita, ofrece una lectura ligeramente diferente: “Aquí él dormía, pero durante los veinte años que pasó en la casa de Lavan, no dormía“. Según el rabino Nejemia, la frase “bamakom hahu “no excluye los años previos, sino los siguientes, que Yaakov pasó con Lavan, y durante los cuales no durmió.
El rabino Nejemia probablemente basa esta lectura en el propio testamento de Yaakov más tarde en Parashat Vayetzé (31:40), “vatidad shenati meieinai”, que apenas durmió durante los veinte años pastoreando las manadas de ovejas de Lavan, comprometido con la seguridad y el bienestar de las ovejas. Y así el contraste implicado por “hamakom hahu”, en la visión del Rabino Nejemia, es entre el sueño de Yaakov en el camino y los años subsiguientes de trabajo incansable para Lavan.
Como es el caso con respecto a muchos “debates” que encontramos en Midrash, estas dos lecturas no necesariamente reflejan un desacuerdo real entre dos Tanaim. Por el contrario, pueden verse como complementarios, que, tomados en conjunto, transmiten un mensaje significativo.
En este caso, el Midrash señala el hecho de que Yaakov ejerció el máximo esfuerzo en dos períodos muy diferentes de su vida: el tiempo que pasó con Shem y Ever, y el tiempo que pasó con Lavan. Durante estos dos períodos, Iaakov tenía dos responsabilidades muy diferentes: en el primero, su trabajo era estudiar, y en el segundo, su trabajo era servir lealmente a su empleador. Y en ambos contextos, Yaakov se esforzó al máximo para hacer lo mejor que pudo.
No necesitamos entender la fase “no durmió” literalmente, como lo que sugiere que Yaakov no durmió en absoluto. Por el contrario, esta descripción probablemente se refiere al esfuerzo incansable y al máximo esfuerzo.
El rabino Yehuda y el rabino Nejemia transmiten el mensaje de que sin importar en qué etapa nos encontremos en la vida, y cuáles son nuestros compromisos actuales, debemos darles toda nuestra energía y esfuerzo. Ya sean los catorce años con Shem Ever o los veinte años con Lavan, sin importar las responsabilidades que tengamos en la actualidad, debemos invertir plenamente en ellos y tratar de satisfacerlos al más alto nivel que podamos.
Fuente: Yerahmiel Barylka.
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