Por primera vez, 11 países de la Unión Europea votaron contra una Resolución anti israelí en la ONU

El 22 de septiembre de 2016, el primer ministro Benjamín Netanyahu se presentó ante la Asamblea General de la ONU y dijo que tenía un mensaje que conmocionaría a la audiencia: «Israel tiene un futuro brillante en la ONU».

«Entonces, cuando se trata de Israel en la ONU, probablemente piensen que nada cambiará, ¿Verdad?», Dijo a los delegados. “Bueno, piénsenlo de nuevo. Verán, todo cambiará y mucho antes de lo que piensan. El cambio ocurrirá en esta sala, porque en casa, sus gobiernos están cambiando rápidamente sus actitudes hacia Israel. Y tarde o temprano eso va a cambiar la forma de votar sobre Israel en la ONU ”.

El martes, se pudo sentir el comienzo de ese cambio, según funcionarios israelíes. Once países de la UE, más las potencias latinoamericanas, Brasil y Colombia, votaron por primera vez en contra de una resolución que se aprueba todos los años desde 1977 y que ordena una «División especial para los derechos palestinos» dentro de la Secretaría de la ONU, dedicada a promover la narrativa palestina contra Israel.

La resolución aún fue aprobada por 87-23, con 54 abstenciones. Pero lo que fue significativo fue que 11 países de la UE que se abstuvieron en el pasado este año se unieron a Hungría, que rompió filas con la UE el año pasado, y votaron en contra de la resolución.

Los países que votaron en contra de la resolución fueron: Alemania, la República Checa, Austria, Bulgaria, Dinamarca, Estonia, Grecia, Lituania, los Países Bajos, Rumania y Eslovaquia. Dos países de la UE votaron a favor de la resolución, Malta y, sorprendentemente, Chipre, y los 14 restantes se abstuvieron, entre ellos Francia, el Reino Unido e Italia.

«Me complace que un grupo significativo de países haya decidido hoy hacer oír una clara postura moral contra la discriminación hacia Israel en la ONU», dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Israel Katz, en un comunicado. “Este es un paso importante en la larga lucha contra el sesgo hacia Israel en la ONU. Lo que se destaca particularmente es el cambio en la posición de varios estados de la Unión Europea, y espero que los miembros restantes de la UE adopten esta posición pronto ”.

Yinam Cohen, directora del Departamento de Asuntos Políticos de la ONU en el Ministerio de Relaciones Exteriores, dijo que la votación «marca un primer paso significativo en el largo camino para cambiar el sesgo contra Israel en la ONU».

Según Cohen, «por primera vez, un grupo importante de países, muchos de los cuales son estados miembros de la UE, dijeron que ya es suficiente y votaron en contra de una resolución que asigna el presupuesto de la ONU y los recursos humanos para promover una agenda anti-Israel en NACIONES UNIDAS.»

Cohen atribuyó el cambio a tres desarrollos principales.

La primera fue una decisión tomada por Alemania en mayo para luchar contra el prejuicio contra Israel en la ONU. Esa decisión fue anunciada en una declaración del Ministro de Relaciones Exteriores, Heiko Mass, que marca 70 años de la membresía de Israel en el organismo mundial.

«El Gobierno Federal quisiera aprovechar este 70 aniversario como una oportunidad para reiterar el hecho que Alemania está al lado de Israel en la ONU», se lee en el comunicado, y agrega que «la responsabilidad histórica de Alemania para el Estado judío y democrático de Israel y su seguridad es parte de nuestra razón de ser «.

La declaración continuó que Alemania prometió «oponerse a cualquier trato injusto de Israel en la ONU y apoyar sus intereses legítimos». Alemania es un miembro no permanente del consejo de 15 escaños y lo seguirá siendo hasta fines de 2020.

El segundo factor, dijo Cohen, fue el trabajo de la República Checa, que ha desempeñado un «papel muy positivo» dentro de los foros de la UE para generar cambios con respecto a sus patrones de votación sobre Israel en la ONU.

Además, dijo, el Ministerio de Relaciones Exteriores trabajó duro a través de la embajada en la ONU y en las embajadas de todo el mundo, «llegando a las más altas autoridades» en varios países, presionando por un cambio de voto en esta resolución.

La resolución que exige una «División de los Derechos de los Palestinos» es solo una de un paquete de 20 resoluciones anuales anti-Israel que han sido aprobadas en la Asamblea General de la ONU desde la década de 1970.

Por el contrario, solo hay una resolución de la Asamblea General en la ONU que trata con Siria, una con Venezuela y dos con la situación ruso-ucraniana.

Cada año, las resoluciones antiisraelíes, redactadas por los palestinos y los países árabes, se llevan a la UE antes de presentarse a la Asamblea General. Luego, la UE generalmente cambia un par de frases y luego tiende a votar por ellas.

Esto es cierto para las 17 resoluciones declarativas en el paquete de 20 resoluciones. Otras tres resoluciones no son meramente declarativas, sino que en realidad establecen organizaciones que cuentan con personal y presupuestos; la División de los palestinos dentro de la Secretaría es una de esas.

La UE siempre, según las autoridades israelíes, ha reconocido que hay un sesgo muy grave en la existencia de los tres organismos, pero – con la excepción de Hungría – países de la UE no votado en contra de las resoluciones en el pasado, sólo se abstuvo.

Los funcionarios israelíes señalaron que en la ONU el statu quo es «sagrado», y el status quo ha sido que estas resoluciones se aprueban fácilmente sin objeciones de la UE. La votación del martes fue una señal de que el status quo está comenzando a cambiar.

Si bien el paquete anual de resoluciones de la ONU no ha cambiado fundamentalmente nada sobre el terreno, las resoluciones tienen un impacto acumulativo, ya que dan forma a la percepción de Israel dentro de la ONU. Israel quiere ser tratado por igual en la ONU junto con los otros 193 países, pero el hecho que haya tantas resoluciones contra el estado judío distingue efectivamente al país en el organismo mundial.

También pone a Israel a la defensiva, con sus representantes obligados a pasar tanto tiempo tratando de defenderse de las resoluciones negativas, que no pueden impulsar una agenda positiva.

Como dijo un funcionario en Jerusalém que trata con la ONU: «Queremos ser vistos como un país normal, pero mientras se aprueben estas resoluciones cada año, no seremos un país normal», al menos no en la ONU. «

Traducido para Porisrael.org por Dori Lustron con información de Jpost