“Envié una carta con fuerte posicionamiento político pero con buenas intenciones”

El diputado de Juntos por el Cambio, Waldo Wolff, le envió una carta al canciller Felipe Solá, en la que se ofrece a ir como “representante oficial” a Israel para el acto de conmemoración del 75 aniversario de la liberación de Auschwitz, que se llevará a cabo los días 22 y 23 de enero próximos.

“Fui muy cuidado en la carta que mande, porque la intención es que Argentina tenga representación”, comentó el diputado y argumentó, que mas allá de la urgencia que pueda existir por la decisión, “le dio la derecha” el nuevo canciller Felipe Solá, porque tal vez, ante la llegada de un gobierno nuevo, podía tratarse de un retraso de agenda producto de un tema administrativo. “En el caso que así no sea, que se expresen a la brevedad, pedí representar oficialmente, ya que si bien no soy parte del gobierno, si diputado de la nación y miembro de la comisión de relaciones exteriores”, explicó Wolff.

Considerando que hace una semana se origino un entredicho por una errónea acusación contra el diputado nacional por el macrismo, quien fue acusado de recibir un viático de más de un millón de pesos por un viaje a Uruguay para representar a la Argentina en una ceremonia por el 25 aniversario del atentado a la AMIA, Wolff dejo claramente explicito en la carta que tanto el pasaje que ya tiene reservado como los gastos de traslado, correrán por cuenta de el: “Es una carta con fuerte posicionamiento político pero con buenas intenciones”.

Waldo Wolff, se crió en el seno de la comunidad judía argentina y su familia es de origen alemán, lo que genera, como el mismo menciona, una “identificación personal con el hecho”: “A mi me afecta desde lo vivencial. Soy hijo de un hombre que escapo de la Alemania nazi. Parte de mi familia quedo en los campos”, expresó.

Esta vinculación es la que le genera indignación cuando le ha tocado escuchar en primera persona el relato y cuestionamiento de “quien era pueblo, quien podía vivir y quien no”. “A veces encuentro ciertos paralelismos con ciertos sectores de la política y con jueces”.

Ante estas situaciones Wolff siente una “obligación morbosa” de pelear contra ellos: “Considero que la democracia republicana con todos sus defectos sigue siendo el mejor bastión para cuidarnos de este tipo de personajes”.

A continuación, la carta que le envió al Canciller argentino: