Rabino acusado de esclavizar mujeres y abusar de niños en un centro religioso
El sospechoso ha sido arrestado al menos en una ocasión hace algunos años y niega que se trate de un culto.
La Policía de Israel anunció el lunes el arresto de un sujeto de 60 años por presuntamente dirigir un culto religioso y tener a decenas de mujeres y niños en condiciones de esclavitud y hacinamiento, a la vez de ejercer explotación sexual.
Este martes el nombre del sospechoso fue dado a conocer: Aharon Ramati, que se define a sí mismo como un rabino. Un tribunal ordenó su detención preventiva por siete días.
También al menos ocho mujeres fueron detenidas, sospechosas por ser cómplices del principal implicado, e incluso por la comisión de abuso sexual y agresiones contra un menor.
El edificio donde Ramati mantenía a las mujeres y los niños se encuentra en el barrio de los bujaríes en el centro de la ciudad de Jerusalém, que ha operado por años bajo la fachada de ser un seminario de mujeres de nombre Be’er Miriam, de acuerdo a la Policía.
Cerca de 50 mujeres vivían hacinadas y con muy pobre sanidad, a la vez de que varias tenían hijos pequeños, según las autoridades, que afirman que el sospechoso las controlaba totalmente, aislándolas de la sociedad y castigándolas por actos que Ramati tuviera por mal vistos.
Las mujeres estaban empleadas en trabajos que Ramati había autorizado, y parte de los salarios eran directamente transferidos a él.
El arresto de Ramati fue posible gracias a que algunas de las mujeres que vivían dentro del complejo decidieron testificar en su contra, y luego de meses de una investigación a fondo de las autoridades.
Ramati, que en 2015 fue arrestado por sospechas similares pero por las que terminó por quedar libre debido a que algunas mujeres testificaron a su favor, niega los cargos en su contra, y durante su presentación ante el tribunal el lunes calificó como falso que se trate de un culto por lo que lo acusan.
¿Cómo continúa el proceso?
Ramati estará bajo arresto durante una semana, dictaminó el Tribunal de Magistrados de Jerusalém.
Nueve mujeres, incluida la esposa del acusado, fueron arrestadas bajo sospecha de ayudar y alentar el presunto abuso. El abuso sexual de infantes también está bajo investigación. Sin embargo, el cuerpo policial no descarta que haya más arrestos.
Según el Canal 12 de Israel, Ramati fue arrestado después de que seis de las mujeres presuntamente detenidas por él escaparon y presentaron un informe ante el Centro Israelí para Sobrevivientes de Culto en Ramat Gan.
Las chicas que fueron reclutadas por la secta “se les enseñó a separarse de sus padres, sus familias y sus amigos”, dijo la policía.
Para reforzar “múltiples lecciones de modestia”, los dedos de las niñas fueron arrojados al fuego “para hacerles entender qué es el infierno”.
Ramati negó las acusaciones y dijo que “nadie cree que esto sea cierto”. Negó tener niños en la instalación. “¿Menores en la casa? Quizás son mis nietos quienes vinieron”.
Cuando se le preguntó si estaban retenidos como esclavos, dijo: “Además de ser absurdo, es estúpido”. Su abogado Gabi Trunshvili manifestó: “El rabino afirma que hubo una disputa entre las mujeres en el ‘seminario’ (la supuesta secta) y sus familiares”.
El rabino ya había sido previamente arrestado
Ramati fue arrestado previamente luego de quejas emitidas por el Centro Israelí para Sobrevivientes de Culto.
Tras su liberación en 2015, dialogó con los medios alegando que “la gran mayoría de las chicas van a trabajar por la mañana y por la tarde toman clases durante unas tres horas.
Cuando se le preguntó el lunes cómo esperaba que continuara el caso, Ramati respondió: “Al igual que la última vez. Cuando la policía decida que esto ha terminado”.
Los testigos dijeron que “veían chicas durmiendo sobre colchones en el techo en el frío, a veces bajo la lluvia”.
“Intentamos llamarlos, pero no respondieron”. Dijeron que luego se colocó una cubierta sobre el techo “para que no veamos lo que está sucediendo”.
Su caso generaba polémica desde hacía tiempo. En 2011, líderes ultraortodoxos de Jerusalém condenaron sus actividades y le exigieron que renunciara al seminario.
Los padres de algunas de las chicas también se habían manifestado en contra y pidieron a las autoridades que rescataran a sus hijas. Sin embargo, la policía no pudo seguir en su momento con la investigación ya que las mujeres eran mayores de edad y alegaron que querían permanecer dentro de la comunidad.
Con información de Enlace Judío
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