El futuro rey de Inglaterra es judío

Como si fuera un inesperado giro en una serie televisiva, la historia de la corona británica se encuentra cerca de un rotundo cambio, pues ocurre que faltan tan sólo tres generaciones para que el Reino Unido tenga un rey de sangre judía.

La historia de la realeza británica está plagada de conversiones religiosas, abdicaciones y, cada cierto tiempo, reformas. Pero para entender esta increíble historia, debemos primero conocer el árbol genealógico que precede al pequeño George de Cambridge.

La reina Elizabeth II y su esposo Philip de Edimburgo trajeron al mundo a 4 hijos, el primero de ellos (y por ende heredero al trono) es el duque Charles de Gales.

Junto a su esposa, Lady Diana, Charles tuvo dos hijos varones: El primero es el duque William de Cambridge  y segundo fue el polémico Harry, quien busca renunciar a sus títulos nobiliarios y a la realeza.

El duque William esposó a Kate Middleton y juntos tuvieron tres hijos, el primero de ellos se llama George y actualmente tiene 6 años.

Kate Middleton es hija de Carole Goldshmidt, descendiente de una familia judía que alguna vez ostentó el apellido Myers, el cual tuvo gran relevancia en la comunidad judía británica del siglo XIX.

Esto significa que el primogénito de William, George, fue gestado en un vientre judío, lo cual al menos prueba que la sangre judía corre por las venas del pequeño príncipe y, por ahora, futuro rey.

El judaísmo de George resulta un debate, pues su madre se convirtió al anglicismo, la religión oficial de Inglaterra, y eso para algunos significa que su hijo no puede ser considerado judío. Sin embargo, muchos afirman que el vientre judío del que proviene George inequívocamente lo hace parte del mismo pueblo.

En conclusión, cuando los reinados de Charles y William finalicen, será el turno del aún infante George y así, la sangre judía reinará Gran Bretaña por primera vez en la historia.

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