La guerra y la paz: Uno es suficiente, dos son imprescindibles
Desde Israel, el analista internacional Gabriel Ben Tasgal manifiesta su opinión respecto del Plan de Paz del presidente Donald Trump.
La guerra es la salida cobarde a los problemas de la paz, decía Thomas Mann pero no se puede dejar de traer a colación las palabras de Paul Valery cuando expresó que “la paz es más difícil que la guerra, se necesitan dos para hacer la paz y solamente uno para hacer una guerra”.
El inconveniente respecto del interlocutor válido, desde lo cotidiano, hasta podría decirse el tema de la voluntad, es el asunto que destaca el analista internacional, Gabriel Ben Tasgal respecto a que el Plan de Paz es “un bebé muerto antes de nacer y se pregunta cuál es la visión de Israel” al respecto.
Tasgal puntualiza que si los palestinos aceptaran sería un plan exitoso pero eso no va a ocurrir porque ellos no aceptarán éste ni ningún otro plan y recuerda que cuando en el año 2008, el ex primer ministro Ehud Olmert les ofreció un 100 % del territorio, dividir Jerusalem y unir la ciudad de Judea y Samaria, con la franja de Gaza que era algo en verdad que los beneficiaba, los palestinos no lo aceptaron, menos aún ahora.
Enfatiza que Donald Trump viene a cambiar el paradigma. El anterior paradigma es que los palestinos son el lado débil y que Israel es el que debe renunciar pero el nuevo paradigma que pretende instalar Trump es que son los palestinos los que sistemáticamente han rechazado la paz y además no han demostrado ser responsables a la hora de administrar su propio Estado que es la Autonomía Palestina sino que se han volcado a la violencia, a la corrupción y al terrorismo.
Recordemos que Judea y Samaria está dividida en territorio A, B (en manos de los palestinos significa el 40 % de los 5900 km cuadrados que es Judea y Samaria) y el 60 % es el territorio C, ahí están las colonias judías.
El plan, si es como se confirma, es que Israel va a poder anexar el 30 % del territorio C, y también el valle del Jordán y dejaría a Jerusalem unida como capital de Israel.
Lo que es innegable es que este Plan aleja las agendas de las próximas elecciones de ambos países de los temas de corrupción y las centra en el plan de paz. Además en el caso del presidente americano, necesita asegurarse los votos de los cristianos evangélicos para la continuación de su mandato sin olvidar que Trump desea que sea Benjamín Netanyahu quien continúe al frente del Estado de Israel.
De todos modos, el hecho de que los Estados Unidos reconozca que Israel tiene derecho a esos territorios en Judea y Samaria y que no son territorios ocupados y si a ésto se suma que parte de los países árabes no se van a oponer de forma terminante, esa soledad de los palestinos en éste momento acerca la paz y no la aleja, al contrario de lo que pensaba el ex presidente Obama y otros analistas.
Los musulmanes pueden firmar Acuerdos o Utnas con alguien que no es musulmán, que son treguas. Tasgal se encarga muy bien de dejar en claro que no es tan fácil romper una tregua si el otro Estado es más fuerte como, en la actualidad, lo es el Estado de Israel. Más aún cuando Israel le vende gas a Egipto, le vende gas a Jordania y le regala agua. Nadie quiere romper una tregua con el más fuerte, no sería de gran inteligencia emocional, agregamos.
Hay que destacar y bien lo hace Ben Tasgal, que hay un aumento de árabes cristianos y árabes islámicos que están más integrados a Israel porque saben que Israel les proporciona libertades que no gozarán en otros estados.
Por Gabriela Fernández Rosman para Radio Jai.
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