¿Dónde nace el odio de Hitler hacia los judíos?
La idea de que el sentimiento antisemita de Hitler era anterior a la Primera Guerra Mundial parece sostenerse por las afirmaciones de un historiador alemán, basado en testimonios de una mujer alemana de 80 años que relató en 1994, sus vivencias de cuando contaba con ocho años de edad, en circunstancias en que su familia había alojado a Hitler en su casa. La mujer, Elisabeth Grünbauer había declarado escuchar expresiones de odio antijudío en todo momento y dicho, además, que su familia recibía cartas de Hitler desde el frente de batalla entre 1914 y 1915, cuando Hitler se alistó en el ejército bávaro.
Para Mariano Rodriguez, periodista y escritor, saber cuándo se desarrolló el sentimiento antisemita de Hitler, no tiene mucha importancia hoy, solo serviría para generar un archivo histórico.
Lo que señala como coincidente, y que le otorgaría veracidad al testimonio de Grünbauer, es el hecho de que Hitler nunca se quiso alistar en el ejército austríaco porque “estaba atestado de judíos” que a él no le gustaban, que esos serían los primeros precedentes, y que claramente ese sentimiento antisemita fue creciendo para convertirse en lo que todos sabemos que fue, para los judíos y para muchos otros más: en el demonio y el tirano en que se convirtió.
Sobre si los sentimientos xenófobos, antisemitas, de odio que encontramos hoy, pueden convertir a alguien en Hitler, Mariano explicó luego de “rogar que esto no vuelva a suceder” que debemos partir de la base de que lo que le ocurrió a Hitler fue siempre ser un frustrado: pintor primero porque él comenzó su carrera artística, que cuando se acercó a un instituto de arte en Viena, no solo fue rechazado, sino también vapuleado por sus conceptos, que tal vez ese sentimiento que tenía a los dieciocho años cuando se alistó al ejército, se fue agrandando. El odio por su fracaso, por lo que la vida no estaba brindando, puesto que tuvo una situación familiar compleja, padre alcohólico, su madre obligada a trabajar y que prácticamente estuvo solo a muy temprana edad, quizás esos resentimientos fueron descargados contra los judíos. Tenía comunidades muy cercanas, con las que no tenía nada de empatía, y era el mejor lugar para depositar su bronca. “Hitler no estaba en sus cabales. Hay informes médicos que lo señalan como una persona compleja, desequilibrada y ese es el primer argumento que hay que tener en cuenta para entender esto, obviamente no justifica nada, pero explica muchas cuestiones que tienen que ver con esto. Durante la tiranía de Hitler, en su mandato como fürer, en Alemania murieron muchas personas, judíos la mayoría pero muchos otros que no”, revela Rodriguez.
“Cualquiera que no pensara como él, que no fuera igual, era una razón para aniquilarlo, eliminarlo”, agrega; y explica que eso habla de un desequilibrio mental atroz, que llegó a contagiar en muchas personas más, y que si algo hay que reconocerle es su poder de oratoria y de haber sido capaz de formar desde cero, un movimiento como el nazismo, que conquistó y convenció a muchas personas para que llegaran a pensar de esa manera, “un grado de locura realmente tremendo”.
Lo de Hitler termina en 1945 cuenta, y explica Rodriguez que descree de la versión oficial sobre su muerte, de que se haya suicidado en su bunker en Berlín junto a su mujer Eva Braun. Eso es lo que relata la historia oficial.
“Recontra compruebo, de acuerdo a archivos desclasificados, testimonios de escritores y de historiadores, de que Hitler escapó a la Argentina, que vivió en San Carlos de Bariloche” afirmó y explicó que su legado fue lógicamente malo, por el desenlace, por perder la guerra, por ser vencido frente al Ejército Rojo y por dejar a Alemania en una situación paupérrima, atroz, económica y socialmente. “Una guerra de muerte anunciada, porque estaba perdida pero que costó la vida de tantas personas inocentes”. Respecto de por qué científicos, historiadores adhieren a una u otra versión sobre la muerte de Hitler, y de que no se puede arribar a una conclusión histórica, explica Rodriguez que tal vez que sea un odio uno de los mitos más grandes de la historia de la humanidad, porque de hecho nunca se pudo hallar el cuerpo. Hubo un intento de mostrar un cuerpo y se trataba de uno de los dobles de los tantos que Hitler utilizaba cuando estaba al frente del nazismo y que a mucha gente no le conviene de que esto se sepa, por eso es que hay secretos celosamente custodiados, que todas las versiones son dignas de ser revisadas.
Afirma el periodista que sobre la base de lo que ha transitado y por lo que junto a colegas, investigadores y escritores pudieron constatar, está en condiciones de afirmar que Hitler escapó en un submarino desde Alemania, que vivió muchos años en la Argentina, que se camufló dentro de la comunidad barilochense de ese entonces, no solo él, que está comprobado que también estuvieron otros jerarcas nazis de ultra poder, y que vivieron en el marco de un imponente operativo de seguridad secreto, ocultados ante el gobierno de turno.
La ramificación nazi en Sudamérica estuvo además en Colombia y Paraguay y que según sus cálculos y los de otros periodistas con los que comparten la investigación es donde están sus restos en estos momentos, más específicamente, en Asunción.
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