“Los israelíes estamos como rehenes del sistema”
Camino a las elecciones del 2 de marzo, la sociedad israelí se encuentra revolucionada entre la incertidumbre a la espera de una solución política o el estancamiento que derive en una cuarta elección.
El abogado y residente en Israel, Daniel Kurganoff se refirió a como vive el pueblo israelí estas semanas.
“La sociedad está dividida en una grieta, los que están a favor y los que están en contra de Netanyahu, hay un enfrentamiento muy grande”, expresó Kurganoff.
Netanyahu enfrenta tres acusaciones formales, el expediente 1000, el 2000 y el 4000. El 1000 es una acusación por estafas, abuso de confianza y abuso de poder. Se lo acusa de haber recibido “regalos” de un empresario multimillonario a cambio de favores, se habla de champagne y cigarros. En el expediente 2000 se lo acusa también de haber recibido del director de un diario de Israel para “tirar abajo” otro diario. Y por último el expediente 4000 que lo vincula con Bezeq y Walla, que son empresas de telecomunicaciones.
En definitiva, todos sobre cuestiones similares: sobornos.
Kurganoff recuerda que en el año 2008 hubo una situación similar donde el primer ministro era Ehud Ólmert quien también fue acusado, y Netanyahu que era el opositor le exigió a Ólmert la renuncia porque decía que un ministro que era acusado en ese momento de demostrar su inocencia frente a la justicia, no podía ocuparse como corresponde del interés nacional. Como dice la frase, “nadie resiste un archivo”, de modo que estas palabras podrían jugarle en contra al propia Bibi.
“Netanyahu no está dispuesto a dar el brazo a torcer, no está dispuesto a renunciar. Debería haber dado un paso al costado hace rato y salir por la puerta grande”, considera el abogado y siente que esto va a terminar mal para el ya que gran parte de la sociedad “ya no lo puede ni ver”.
Tras dos elecciones fallidas en la que no se logro formar coalición entre los partidos, pareciera ser que esta tercera elección es 100% responsabilidad de Netanyahu y muchos en Israel lo ven así. Kurganoff es un de ellos: “Si Netanyahu hubiese dejado el Likud, se habría formado un gobierno de unidad nacional entre el partido Azul y Blanco y el Likud sin Netanyahu. Es lo que el partido Azul y Blanco dice, que ellos no pueden formar un gobierno con alguien que hoy está procesado”. También es cierto destacar que, de acuerdo a la ley, a pesar de estar en la situación procesal que se encuentra, no le impide ser primer ministro porque no está condenado.
En definitiva, el entrevistado considera que estando las pruebas presentadas, el próximo paso para Netanyahu es demostrar que es inocente. “Netanyahu es el gran manipulador, sin dudas es muy capaz, muy inteligente, un estratega como no hay otro en Israel, él sabe manejar estas cosas a tal punto que ya le hizo firmar a todo el bloque de la derecha un compromiso de fidelidad de que pase lo que pase en las elecciones van como bloque, que ya paso en las elecciones anteriores y por eso no se pudo formar gobierno”.
Al igual que la mayoría de los analistas auguran, y sin encontrar motivos para que pase “algo diferente” a las elecciones pasadas, “no se va a formar gobierno y vamos a ir nuevamente a una cuarta vuelta”, lamenta compungido Kurganoff y va mas allá con su análisis del sistema político de Israel. “Esta es la clara prueba de que el sistema (de gobierno) no funciona. No puede ser que hace más de un año los israelíes estamos como rehenes del sistema, hace más de un año que no tenemos gobierno. Hay pobreza, hay gente que está sufriendo, no todo funciona como se cree, y es lógico después de más de un año sin gobierno”.
Cada proceso electoral a Israel le cuesta una fortuna que en un principio se analizaba en pos de un proceso democrático y hoy, tras 3 intentos, ha generado malestar en mucha gente porque cada campaña, cada uno de los comicios truncos, están siendo interpretados por la población como “tirar plata”.
Kurganoff admite la dificultad del proceso actual y vislumbra dos opciones que difícilmente ocurran.
Por un lado Liberman, que es el que tiene la llave del gobierno, porque si decide ir con Netanyahu se forma el gobierno, pero él no quiere estar con los ortodoxos, quiere un gobierno laico, quiere quitarle fuerza a los religiosos y los aliados principales de Netanyahu son los religiosos. Por el otro, el Dr. expresa la hipótesis improbable que se dé por el miedo que le tienen a Netanyahu todos los del partido del Likud, y es que parte del Likud decida dejar el Likud después de las elecciones y se sumen al bloque de Azul y Blanco para que los ayuden a llegar a la cantidad que se necesita para formar gobierno.
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