Elecciones 2020: Los israelíes votan por tercera vez en el año

Los israelíes tendrán la oportunidad de tratar de poner fin al estancamiento político en esta tercera elección sin precedentes que se da en menos de un año.

La participación electoral a las 10 am fue del 14.5%, una significativa disminución del 0.5% de las últimas elecciones.

La mayoría de las 10,631 mesas de votación estarán abiertas de 7am a 10pm, permitiendo a los 6,453,255 votantes habilitados emitir su voto. También habrá 14 centros de votación especiales para los 5.630 israelíes que se encuentran en cuarentena debido al coronavirus .

La participación en la carrera no se puede predecir después de que el 68.

46% de los votantes israelíes elegibles votaron en las elecciones del 9 de abril y el 69.83% en la carrera del 17 de septiembre, pero la frustración en la población es evidente, por lo que se espera una baja en la cantidad de votantes.

Tanto el primer ministro Benjamin Netanyahu como el líder Azul y Blanco Benny Gantz predijeron la victoria en los eventos políticos del domingo.

Ambos dijeron que continuarían liderando su partido, incluso si no formaban el próximo gobierno e incluso si una cuarta elección tendría que celebrarse.

Gantz dijo el domingo en una conferencia de prensa en Ramat Gan que pase lo que pase en la carrera del lunes, aceptará los resultados. Le deseó lo mejor a Netanyahu en su juicio que comienza el 17 de marzo y dijo que no quería ver a otro primer ministro ir a la cárcel.

“Todo tiene un final, y para Netanyahu, ese final ocurre mañana”, dijo.

Gantz dijo que una vez comenzado el juicio, espera que los actuales aliados políticos de Netanyahu unan fuerzas con Azul y Blanco, prometiendo que “vendrán sorpresas”. El líder Azul y Blanco estaba reaccionando a Netanyahu diciendo anteriormente que los parlamentarios en el partido de Gantz seguirían al ex representante de Azul y Blanco, Gadi Yevarkan, al Likud.

Los cuatro partidos que conforman el bloque de derecha y los religiosos lideradpor Netanyahu tienen casi el apoyo suficiente para formar un gobierno por sí mismos, dijo Netanyahu en lo que se anunció como una reunión de emergencia de su facción del Likud dentro del salón de banquetes de la ciudad del aeropuerto.

Según los últimos sondeos, ni el Likud ni “Azul-blanco” obtendrán más de 30 escaños de los 120 del parlamento, de modo que los resultados de sus aliados y de otras formaciones serán cruciales.

La gran incógnita sigue siendo el índice de participación.

Netanyahu cuenta con el apoyo de las formaciones judías ultraortodoxas de Shas, que capta buena parte de los votos sefardíes, de Judaísmo Unido de la Torá, dirigido principalmente a los ortodoxos askenazis y de la lista Yamina (derecha), del actual ministro de Defensa Naftali Bennett.

Por su parte, “Azul-blanco” cuenta con el apoyo de los partidos de izquierda que se han unido en una sola lista y podría, quizá, obtener uno puntual de la “Lista Unida” de los partidos árabes israelíes.

Estos últimos dieron la sorpresa en septiembre, quedando terceros, una hazaña electoral que se proponen superar.

La “Lista Unida” intenta cosechar los frutos de la frustración entre la minoría árabe israelí (alrededor del 20% de la población) por el plan presentado por Estados Unidos para resolver el conflicto palestino-israelí, un proyecto aplaudido por Israel y rechazado por los palestinos.

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