Reuven Rivlin el día de las elecciones: “Siento una profunda vergüenza”

“Este es normalmente un día festivo, pero la verdad es que no tengo ganas de celebrar.

Solo siento una profunda vergüenza cuando los enfrento, mis conciudadanos”, dijo el presidente de Israel, Reuven Rivlin, después de votar en la mesa electoral con sede en el Escuela primaria “Yefe Nof” de Jerusalem.

“No merecemos otra campaña electoral horrible y sucia como la que termina hoy y no merecemos esta inestabilidad interminable.

Simplemente no merecemos esto. Merecemos un gobierno que trabaje para nosotros”.

“Y así”, continuó, “te pido que vayas a votar. Cada voto es el correcto. Cada voto es tu voz. Sal y haz que se escuche”, continuó.

“Espero sinceramente que solo lo veamos para las próximas elecciones nuevamente en 2024, o al menos para nunca ver otras elecciones como presidente de este querido país”.

De acuerdo con la ley israelí, el presidente puede decidir a quién asignar la tarea de formar una coalición. Si bien existe una tradición, el presidente designa al líder parlamentario con el mayor número de escaños a su favor, un presidente podría, en teoría, decidir que alguien más tiene más probabilidades de tener éxito.

Según los últimos sondeos, ni el Likud ni “Azul-blanco” obtendrán más de 30 escaños de los 120 del parlamento, de modo que los resultados de sus aliados y de otras formaciones serán cruciales. La gran incógnita sigue siendo el índice de participación.

Netanyahu cuenta con el apoyo de las formaciones judías ultraortodoxas de Shas, de Judaísmo Unido de la Torá y de la lista Yamina, del actual ministro de Defensa Naftali Bennett.

Por su parte, “Azul-blanco” cuenta con el apoyo de los partidos de izquierda que se han unido en una sola lista y podría, quizá, obtener uno puntual de la “Lista Unida” de los partidos árabes israelíes.