Rusia y Turquía pueden haber cometido crímenes de guerra en Siria, dice la ONU

Rusia mató a civiles en ataques aéreos en Siria el año pasado, mientras que los rebeldes aliados en Turquía llevaron a cabo brutales asesinatos y saqueos en áreas kurdas, dijeron el lunes investigadores de la ONU, acciones que, según dijo, podrían equivaler a crímenes de guerra por parte de Moscú y Ankara.

Un informe de una comisión de la ONU encontró que Rusia, el principal aliado del gobierno sirio contra rebeldes y militantes, realizó ataques aéreos en un mercado popular y en un campamento para personas desplazadas que mataron a decenas de civiles en julio y agosto.

“En ambos incidentes, la Fuerza Aérea de Rusia no dirigió los ataques a un objetivo militar específico, lo que equivale al crimen de guerra de lanzar ataques indiscriminados en áreas civiles”, indicó el informe.

También describió los abusos cometidos por parte de los aliados de Erdogan  contra las áreas controladas por las fuerzas kurdas, y dijo que si los rebeldes actuaban bajo el control de las fuerzas militares turcas, esos comandantes podrían ser cómplices de crímenes de guerra.

Paulo Pinheiro, presidente de la comisión, dijo que había agregado nombres vinculados con los últimos crímenes a su lista confidencial de presuntos autores. Ha recibido 200 solicitudes de autoridades judiciales de todo el mundo para obtener información sobre crímenes cometidos durante la guerra de nueve años de Siria, dijo en una conferencia de prensa.

En el informe, que abarcó el período comprendido entre julio de 2019 y febrero de 2020, los investigadores denunciaron los ataques “deliberados” del gobierno sirio y las fuerzas aliadas en sitios civiles protegidos, incluidos hospitales y escuelas.

“Hay un crimen de guerra, que es el de aterrorizar intencionalmente a una población para obligarla a moverse. Estamos viendo esa imagen emergiendo muy claramente, por ejemplo, en Idlib donde, debido a que estos lugares están siendo bombardeados, la gente tiene que mudarse”, dijo Hanny, miembro del panel. Megally

Las fuerzas del gobierno sirio respaldadas por Rusia han penetrado profundamente en la provincia de Idlib, en el extremo noroeste, en una campaña para recuperar el importante bolsillo rebelde del último país. El ataque ha obligado a huir a alrededor de un millón de civiles.

Megally dijo que hasta diez niños murieron por el frío en las últimas semanas, debido a que viven al aire libre en la frontera turca.

El informe de la ONU culpó a Rusia de un ataque aéreo en la ciudad de Maarat al-Numan el 22 de julio cuando al menos 43 civiles fueron asesinados. Dos edificios residenciales y 25 tiendas fueron destruidas después de que al menos dos aviones rusos salieran de la base aérea de Hmeimim y rodearan el área, dijo.

Semanas después, un ataque en el complejo de Haas para desplazados mató al menos a veinte personas, incluidas ocho mujeres y seis niños, e hirió a otras cuarenta, según el informe.

También pidió a Turquía que investigue si fue responsable de un ataque aéreo contra un convoy civil cerca de Ras al Ain que mató a  once personas en octubre pasado. Turquía ha negado un papel en la huelga, de la que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, un grupo de monitoreo, dijo que fue conducido por aviones turcos.

Reproducción autorizada por Radio Jai citando la fuente.