China, Rusia y el Covid-19

Por Ricardo López Göttig

Tras un mes de enorme intensidad, en el que los gobiernos debieron ir tomando medidas sanitarias y preventivas a medida que la pandemia se iba propagando, los líderes de las naciones occidentales advirtieron que es tiempo de retomar espacios en la agenda internacional. En este sentido, los gobiernos de Francia y el Reino Unido, además del de Estados Unidos, comenzaron a sostener que deben exigirse respuestas a la República Popular China por el ocultamiento del Covid-19 en la primera etapa.

Y es que la diplomacia china, siempre activa aún en momentos de crisis, ha ido desplegando acciones para borrar del recuerdo que fue en ese país donde se originó el Covid-19 –lo que puede ser accidental y, por consiguiente, no es motivo de cuestionamiento-, pero que además procuró mantener en secreto lo que estaba ocurriendo a fines de 2019. Incluso con el silenciamiento de las voces médicas que alertaban sobre los riesgos. Es por ello que el gobierno de la República Popular China desplegó una gran ofensiva diplomática de envío de insumos médicos a otros países, y presiona para que se hable en forma positiva de ese país.

El vacío siempre es ocupado, ya sea en el mundo físico como en el político, y por eso también el gobierno de Rusia, dirigido por la mano férrea del presidente Vladímir Putin, también utilizó el repliegue del liderazgo occidental para proyectar una imagen de seguridad y estabilidad, a fin de seguir ganando adeptos en la opinión pública internacional. No obstante, en rigor poco se sabe sobre la propagación del Covid-19 en Rusia, no sólo el país más extenso del planeta, sino el que tiene las fronteras terrestres más largas en Europa y Asia, tan difíciles de controlar. El juego ruso, también, supuso su mayor involucramiento en Medio Oriente, en particular en Siria.

El Covid-19 no sólo está dejando, con su paso, una creciente cantidad de fallecidos: también restricción de las libertades, colapso económico y desequilibrios políticos en el escenario mundial. El planeta no será el mismo cuando termine la pandemia, y cada jugador va colocando sus piezas con antelación, pensando en cómo será el día después.

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