“Morir con dignidad, luchando”: así fue el Levantamiento del Gueto de Varsovia
El 19 de abril de 1943, el día de la Pascua hebrea, los judíos del Gueto de Varsovia protagonizaron un desesperado y heroico levantamiento armado contra el intento de los nazis de liquidarles.
Tras la invasión alemana de Polonia de septiembre de 1939, los nazis empezaron una brutal campaña de persecución a los judíos en el país eslavo. Cualquier intento polaco de refugiar a un judío se castigaba con la ejecución de todos los ocupantes de la casa, a pesar de lo cual muchos polacos arriesgaron sus vidas para salvar a sus vecinos hebreos. El 1 de abril de 1940, los alemanes empezaron a levantar los muros del Gueto de Varsovia, con el propósito de encerrar en él a judíos traídos de distintos lugares de Polonia y de otros países ocupados por el Tercer Reich. En el momento máximo de ocupación del Gueto llegó a haber dentro de sus muros unas 460.000 personas, en un área de 3,4 kilómetros cuadrados. La construcción del Gueto formaba parte de un genocidio planificado por los nazis, reduciendo continuamente las raciones de comida de los ocupantes de la zona amurallada. Para que nos hagamos una idea, si la minoría alemana durante la ocupación recibía el equivalente a 2.613 calorías diarias, los polacos recibían el equivalente a 699 calorías, y los judíos sólo 184 calorías. Entre noviembre de 1940 y julio de 1942 unas 100.000 personas murieron de hambre o enfermedades en el Gueto de Varsovia.
El 22 de julio de 1942 los alemanes empezaron a trasladar a judíos del Gueto al campo de exterminio de Treblinka, llevando en total al 75% de los judíos que aún quedaban con vida en el Gueto. En enero de 1943 empezaron las primeras acciones de resistencia armada de los judíos del Gueto contra estas deportaciones. Dentro de los muros, la principal organización de resistencia era la Żydowska Organizacja Bojowa (ŻOB, Organización de Lucha Judía), agrupaba a judíos izquierdistas y estaba dirigida por el joven comandante Mordejai Anielevich, de 23 años. A finales de 1942 el ŻOB tenía unos 600 combatientes y mantenía contactos con el Armia Krajowa (AK, Ejército Nacional), la principal organización de la resistencia polaca, que proporcionó a los judíos del Gueto 2 ametralladoras pesadas, 4 ligeras, 21 subfusiles, 50 pistolas y más de 400 granadas de mano. La otra organización de resistencia del Gueto era la Żydowski Związek Wojskowy (ŻZW, Unión Militar Judía), que agrupaba a judíos de derechas -algunos de ellos miembros del Ejército polaco al comienzo de la guerra- bajo el mando de Dawid Wdowiński, con unos 250 combatientes.
El 18 de abril de 1943, el jefe de las SS, Heinrich Himmler, dio orden de liquidar lo que quedaba del Gueto de Varsovia, donde permanecían entre 50.000 y 70.000 judíos. A las 6 de la mañana del día 19 llegaron al Gueto soldados y policías alemanes, acompañados por colaboracionistas de Ucrania y Letonia. Los combatientes del ŻOB les esperaban en el cruce de las calles Nalewki y Gęsia, y los miembros del ŻZW estaban atrincherados en la plaza Muranowski. Cuando los alemanes llegaron a la entrada de la calle Nalewki, los miembros del ŻOB empezaron a lanzarles granadas de mano y cócteles molotov. Fue el comienzo de unos duros combates que duraron varias semanas, y que no tenían ningún propósito militar más que morir luchando: los judíos del Gueto sabían que no tenían esperanzas de vencer contra la poderosa maquinaria de guerra alemana. Marek Edelman, uno de los supervivientes, comentaría años más tarde: “El objetivo del Levantamiento era morir con dignidad, luchando. No ganar la lucha. Todos nos dábamos cuenta de que no teníamos posibilidades de ganar”.
Desde el exterior, los insurgentes judíos del Gueto fueron apoyados por la resistencia polaca, tanto el citado Armia Krajowa como la Gwardia Ludowa (partisanos comunistas). En total se llevaron a cabo una docena de acciones desde el exterior contra las tropas alemanas desde el primer día del Levantamiento, cuando miembros del AK encabezados por Józef Pszenny “Chwacki” intentaron hacer volar, sin éxito, una parte del muro para permitir la salida de los judíos. Algunos miembros del AK llegaron a entrar en el Gueto, a través del túnel de la Plaza Muranowski, para dar apoyo a los insurgentes judíos de la ŻZW y proporcionarles armas, munición y alimentos. Varios miembros de la resistencia polaca perecieron en estas acciones de apoyo a los insurgentes del Gueto.
El balance del Levantamiento del Gueto fue muy desigual. Los alemanes tuvieron 86 muertos y 420 heridos, según cálculos de la resistencia polaca, mientras que entre los judíos del Gueto hubo más de 56.000 que resultaron muertos o acabaron prisioneros de los nazis, siendo enviados a campos de concentración. Los alemanes acabaron incendiando todos los edificios del Gueto para hacer salir a los judíos que se refugiaban en ellos. Entre los supervivientes que lograron huir, algunos se unieron al AK para continuar la lucha contra los alemanes. Uno de los mejores testimonios del espíritu de lucha de aquellos insurgentes judíos es la proclama emitida por la ŻOB a la población polaca el 23 de abril de 1943, en el quinto día del Levantamiento, que fue distribuida entre la población de Varsovia:
Polacos, ciudadanos, soldados de la libertad.
En medio de los estampidos de la artillería con la que el Ejército alemán dispara contra nuestras casas y viviendas, nuestras madres, niños y mujeres;
En medio del tableteo de las ametralladoras que capturamos en los combates con los cobardes gendarmes y las ovejas de las SS;
Entre el humo de los incendios y sobre los ríos de sangre del asesinado gueto de Varsovia -nosotros- prisioneros del gueto -os enviamos nuestros cordiales saludos.
Sabemos que con dolor desgarrador y lágrimas de compasión, que con admiración y temor por el resultado de esta lucha, miráis la guerra que hemos estado afrontando con la ocupación cruel durante muchos días.
Pero también sabed que cada umbral del gueto, como ha sido hasta ahora, continuará afirmando que todos podemos perecer en la batalla, pero no nos daremos por vencidos; que estamos jadeando, y que buscáis venganza y castigo por todos los crímenes del enemigo común.
Es una lucha por vuestra y nuestra Libertad.
Por vuestro y nuestro honor y dignidad -humana, social, nacional.
Vengaremos los crímenes de Auschwitz, Treblinka, Belzec y Majdanek.
¡Viva la hermandad de armas y de la sangre de la Polonia combatiente!
¡Viva la Libertad!
¡Muerte a los que nos atormentan y nos torturan!
¡Viva la lucha de vida y muerte contra el invasor!
El espíritu de esta proclama inspiraría, al año siguiente, a los patriotas polacos que se levantaron en armas en toda Varsovia y en otras ciudades de Polonia contra los alemanes, protagonizando un duro Levantamiento que duraría dos meses.
Mi recuerdo desde España para aquellos judíos del Gueto de Varsovia, y para todos los polacos de cualquier raza y creencias que combatieron por la libertad de Polonia.
Cześć i chwała bohaterom!
¡Honor y gloria a los héroes!
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