Trump amenaza con sacar al Ejército a la calle para combatir al “terrorismo interior”

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, compareció en la noche de este lunes desde la Casa Blanca para hacer una declaración sobre los graves disturbios sociales de origen racial que se viven desde hace días en el país, y ha amenazado con dejar el asunto en manos del Ejército si la violencia continúa. Las protestas por la muerte en Minneapolis (Estado de Minnesota) a manos de un policía blanco de George Floyd, negro, han desatado la mayor oleada de algaradas callejeras desde el asesinato del reverendo Martin Luther King en 1968.

Trump ha comparecido para pedir a los gobernadores de los diversos estados que se hagan “con el dominio de las calles” y frenen a los protestantes. Anteriormente ya les había llamado “idiotas” por no lograrlo. Por su parte, la Casa Blanca ha decidido “movilizar a todos los recursos civiles y militares disponibles”. En la práctica, ha dicho que “miles de soldados armados” saldrán a las calles de Washington y otras ciudades.

De hecho, este domingo Trump ya había amenazado con activar a las Fuerzas Armadas en caso de que no se apaciguaran las revueltas callejeras, que han dejado cientos de negocios saqueados, coches y edificios incendiados, heridos y miles de detenidos por todo el país.

Además, el presidente ha declarado que todos los actos de protesta serán considerados como “terrorismo interno” y los ha calificado como una gran “deshonra” para el país. Precisamente, minutos antes de su declaración la Policía había dispersado con gases lacrimógenos y pelotas de goma a los manifestantes que se concentraban frente a la Casa Blanca, en Lafayette Square. Cuando ha terminado su discurso, el presidente se ha marchado a pie en medio de un gran despliegue policial y ha atravesado la plaza.

Entonces, el mandatario ha anunciado que iría a un lugar “muy, muy especial”, y se ha dirigido caminando a la llamada iglesia de los presidentes, la iglesia de Saint John, afectada por un incendio la víspera. “Tenemos un gran país”, ha dicho Trump, con una Biblia en la mano.

A Trump le habían recriminado no hacer declaraciones oficiales a raíz de estas protestas, que están dejando saqueos y destrucción en numerosas ciudades del país. Sólo en Los Angeles, este domingo la Policía arrestó a 1.200 personas, según France Presse.

Varias ciudades han extendido ya el toque de queda. En Nueva York, por ejemplo, se ha decretado por primera vez en 77 años un toque de queda total. La ciudad de Nueva York queda a partir de las 11 de esta noche y hasta las cinco de la mañana bajo toque de queda, algo que no ocurría en toda la ciudad desde los disturbios de Harlem de 1943, también ocasionados por motivos raciales, recuerda la agencia Efe.

En la tarde del lunes, hubo numerosas protestas, esta vez pacíficas, realizadas por toda la metrópolis ante una importante presencia policial, a la espera de que entre en vigor el toque de queda. Una de las marchas principales tuvo lugar en la emblemática Times Square.

En Washington, donde el toque de queda está vigente desde las siete de la tarde, Trump ha advertido de que deberá ser respetado. Y en su discurso ha añadido un mensaje para “las ciudades que no control en” la situación: “Desplegaré a los militares de Estados Unidos y ellos resolverán rápidamente el problema por su cuenta”.

Las protestas, lejos de apaciguarse, empeoran tras conocerse que dos autopsias, la oficial y la encargada por la familia de Floyd, contradicen la versión oficial de las autoridades sobre su muerte. Además, las protestas ya están extendidas por varios países de Europa y de otras regiones del planeta.