Paula Hanesman: “Que todo el mundo vaya a buscar algún coro para cantar, es una experiencia maravillosa”

En diálogo con Radio Jai, la directora de coros Paula Hanesman contó acerca de la adaptación que debió realizar para que se puediera seguir con los ensayos en tiempo de cuarentena.

“Pudimos prever cuando a principios de marzo vimos que ésto se venía encima. Mi marido y yo nos dedicamos exclusivamente a la dirección coral, y enseguida empezamos a pensar cómo podríamos continuar con nuestra actividad si llegaba a imponerse una cuarentena”, dijo Hanesman.

Desde el aspecto técnico hay una dificultad: “No existe tecnológicamente ninguna plataforma que permita la simultaneidad del sonido. Si hay algo que necesita el canto coral es la sincronicidad”, explicó. Fuimos encontrando las formas y yo trabajo los ensayos a través de Facebook Live. Cada coro tiene su grupo, y la gente participa muchísimo desde los comentarios”, explicó.

El feedback se produce con el envío por parte de los participantes de sus voces grabadas por Whatsapp y luego editadas.

Cada uno canta su parte mientras la directora transmite el ensamble y posteriormente al escuchar los audios, Hanesman realiza las devoluciones pertinentes.

“Los grupos están disfrutando algo nuevo que también es lindo. Toda ésta experiencia es nueva para todos y también tiene ésta sensación de la adrenalina”, comentó. Los participantes se filman, graban sus voces y luego se editan con distintos programas para los que Hanesman se tuvo que preparar, y así se hacen producciones de video con fotos e imágenes de los miembros del coro cantando.

Seguramente algo de este aprendizaje persistirá aún después de superada la pandemia, y permitirá nuevas formas relacionadas a lo virtual. Un ejemplo es el encuentro de coros que organiza Zamir con formaciones de distintos países, y que sería prácticamente imposible hacerlo desde lo presencial.

Paula expresó que justamente “este es un momento en el que se hace muy importante la actividad recreativa, la que te saca de la angustia, la preocupación y del peso que tiene cada uno de los días”.

Refirió también al hecho de que la asistencia es aún más alta que en tiempos “normales”. Después de las clases “nos quedamos en las plataformas para hacer sociales, y charlamos  porque hay una necesidad enorme de mantener el vínculo social”.

“Estoy profundamente agradecida por el apoyo que tengo. Dirijo el coro Lamroth Hakol, el Polifónico Cissab, Nuevos Aires de Guesher, y el coro Mi Refugio. Además tengo un grupo independiente que se llama Rockoral, y el coro del Colegio Profesional Inmobiliario de la Ciudad de Buenos Aires.

Toda esta gente, en ningún momento bajó los brazos, se mantuvo con entusiasmo y empujando para adelante”, comentó.

Y concluyó con una recomendación: “Que todo el mundo vaya a buscar algún coro para cantar. Es maravillosa la actividad coral, no es competitiva,  hay para todas las posibilidades vocales, de todas las edades, en todos los barrios y horarios, y es una experiencia maravillosa para vivir”.

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