Entendiendo la anexión que separa a los israelíes
La analista política israelí Rajel Leghziel describió el escenario que se presenta en su país, en relación con la posible anexión de Judea y Samaria.
Explicó que el tema puede verse desde tres aspectos diferentes, según la visión de cada sector: La del ciudadano de Israel, la de los políticos de izquierda y de derecha, y la de los palestinos. Indicó que además va a ser diferente en la terminología entendida por cada una de esas partes. Algunos van a hablar de anexión y otros sobre cómo implementar la soberanía de Israel sobre estos territorios; y dijo que estas diferencias traen mucha confusión en la opinión pública.
Rajel detalló el modo en que se expresa cada sector: Desde el gobierno, en especial desde Netanyahu, va a ser el del avance de la propuesta del presidente Trump, el Acuerdo del Siglo, que está sobre la mesa desde hace un año, que establece un Estado palestino y uno judío, por el cual el 70 por ciento será palestino y el 30 restante será anexado, o se impondrá la soberanía israelí sobre el territorio; y agregó que también habrá un intercambio territorial en la zona de Gaza.
A la derecha israelí, fundamentalmente a los colonos, no les gusta este plan, porque se habla de la posibilidad de un Estado palestino y con ello, quita la posibilidad de tener la tierra de Israel completa, y porque además hay asentamientos judíos pequeños ahí, por lo que muchos colonos quedarían dentro del Estado palestino.
En cuanto a la izquierda, la analista explicó que hay grupos pertenecientes al sector, dentro del actual gobierno de Israel, porque son quienes llegaron por el partido de Benny Ganz, y el Acuerdo del Siglo ya estaba, como uno de los elementos del plan de coalición, y en el que ambos lados, al momento de firmar, debieron acordar con todos los puntos de la coalición de gobierno, en el que además estaba el Plan de Trump.
Para implementarlo, la ley debe pasar por la Kneset (Parlamento israelí), y allí será el momento de ver claramente cómo va a votar cada miembro y cuando se va a poder entender bien; se verá si van a respetar la disciplina partidaria o de coalición, para llevar el plan o no y que ese va a ser otro de los desafíos, señaló, y explicó que actualmente está en el plano de la discusión y del diálogo, y que en el momento que baje a la práctica, deberá ser en forma de ley y allí se verá cuál es el compromiso de cada uno.
Entre los palestinos, hay distintos puntos de vista, hay una minoría que estaría dispuesta a tomar lo que propone el Acuerdo del Siglo de Trump, porque considera que si se acepta oficialmente de ambas partes, podrían tener un Estado palestino, con fronteras, y además porque el Plan, además de puntos los políticos, incluye económicos.
En contraste, el liderazgo palestino se opone desde siempre a la anexión, considera que no tiene ningún sentido, porque ellos ya tienen cierta soberanía y no necesitan crearla oficialmente. Y lo que intentan hacer es introducir el derecho internacional a toda esta cuestión y tratar de utilizar la herramienta de la ONU, que será seguramente lo que acontecerá en los próximos meses. Cada uno juega desde su terreno, y el liderazgo palestino lo hará en las plataformas internacionales.
Respecto de la gente, de la opinión pública, Leghziel dijo que lo que se escucha en todas partes, en los medios, es que mientras no se les modifique su forma de vida, no les cambie su status quo, no los muevan de sus casas o de sus trabajos, aceptarían la implementación del Plan, mientras esto no intervenga en su día a día.
De acuerdo al Plan, Israel estaría presente en el Valle del Jordán, que quedaría con control israelí, como opción de seguridad. Eso podría afectar a poblaciones palestinas, que sin embargo en la práctica no sería tan así, porque en la práctica están ahora viviendo en ese lugar en donde Israel controla la zona.
Por el Acuerdo, todas las entradas y salidas, pasos, puentes, túneles, a construir, estarán controladas por fuerzas de seguridad Israelí, por lo que no cambiaría mucho la libertad de movimiento que tendrían los palestinos, por lo que muchos de ellos piensan que esto empeorará la situación y van a comenzar problemas de seguridad, cuestión que de ninguna de las partes quiere que esto ocurra.
Benjamín Netanyahu desea fervientemente que comience el proceso en la Kneset, porque significaría un impacto mediático importante, y también para que el liderazgo nacional e internacional empiecen a reaccionar frente a lo que pueda suceder prontamente. Por ello, durante este mes, están evaluando las reacciones.
Probablemente el proceso pueda iniciarse en forma simbólica el 1° de julio, si es que la Kneset realiza una acción para que suceda, lo que puede provocar reacciones negativas, problemas de seguridad, solo por haber dado este paso “simbólico”.
Por último Rajel Leghziel describió el pnoramaEstados Unidos está viviendo una crisis interna enorme y se presentan dos cuestiones: Lo que podrá suceder en julio si es que comienza ese proceso, con la posición de los estadounidenses, y por otro lado y qué pasará después de noviembre, cuando son las elecciones en Estados Unidos. Si Donald Trump no gana las elecciones, todo lo que estamos analizando, no se llevaría a cabo, no se implementaría, porque es una propuesta de él y Biden comentó que no está de acuerdo con el Plan, y no le interesa involucrarse.
Los europeos están más involucrados ahora en el tema de la anexión y no desean quedar fuera de la negociación internacional. Rajel opina que están aprovechando el vacío que deja Estados Unidos en estos momentos, para incluirse en este tema internacional.
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