Irán: Cada vez más cerca de una bomba nuclear
A pesar de ser uno de los países más afectados por el coronavirus en el mundo, con más de 184 mil infectados y 8 mil muertos (reportados por el poco fiable régimen), Irán continúa su carrera hacia la capacidad nuclear no ha hecho más que acelerarse según recientes evaluaciones de inteligencia israelí.
Desde noviembre del 2019, Irán utiliza un gran número de centrifugadoras de última generación IR-6 en el proceso de refinamiento de uranio; necesario tanto para la generación de energía como para la manufacturación de armas nucleares.
Estas máquinas, hacen su tarea hasta 10 veces más rápido que las IR-1 utilizadas hasta el momento, permitiéndole al país persa obtener superiores cantidades de uranio enriquecido al 4% y rompiendo abiertamente con una de las cláusulas del acuerdo nuclear que limitaba la cantidad de centrifugadoras poco más de 5000 IR-1.
La evaluación de la inteligencia de Israel expuso que, desde el momento en que el régimen iraní decida hacer una bomba, tardará alrededor de seis meses en tener suficiente material enriquecido para fabricarla. Tiempo al que luego se le sumarían entre uno y dos años necesarios para el ensamblamiento de la ojiva. Por esto mismo, se cree que las posibilidades de que los ayatolas tomen actualmente tal decisión son limitadas; entendiendo que probablemente decidan centrarse en la reducción del tiempo requerido la fabricación de la ojiva y de ese modo evitar unir a todos en su contra antes de tener la capacidad nuclear para defenderse; teniendo en cuenta que es improbable que los Estados Unidos no intervengan -incluso con la fuerza- ante un enriquecimiento de uranio a niveles militares.
Los datos recién explicados son de suma importancia debido a que, en las próximas semanas se concretará el armado de una evaluación, llevada a cabo dos veces al año por la División de Investigación de la la Inteligencia de las Fuerzas de Defensa de Israel. La cual que tiene consecuencias directas en la fijación del presupuesto nacional a fin de año y, por lo tanto, en la cantidad de dinero recibida por el ejército para la compra de armamento y el mantenimiento de sus actividades. Además, los resultados de esta evaluación son de gran interés porque es la primera desde que ocurrieron tres eventos clave en la historia reciente: El asesinato de Qassem Soleimani (un alto general general Iraní comandante de la fuerzas Quds) llevado a cabo por Estados Unidos, el inicio de la la pandemia del coronavirus y la presentación del Acuerdo del Siglo de Trump, que estipula una anexión por parte de Israel de territorios en Judea y Samaria el 1 de Julio. Además, es de particular importancia debido a que predice que ninguno de los enemigos e Israel (Irán, Siria, Hezbolláh y Hamás) tienen planes de iniciar una guerra contra el estado judío en el próximo año, y entiende a Irán como la cabeza de la amenaza debido, su apoyo a las organizaciones terroristas, su desarrollo y producción de misiles balísticos de largo alcance, y su alarmante programa nuclear.
Este último resulta la mayor preocupación de Israel con respecto al régimen iraní; por lo que le es imprescindible garantizar que la Agencia Internacional de Energía Atómica continúe sus tareas de inspección de sitios nucleares conocidos y sospechosos en territorio persa. Esto es debido que la información aportada por la misma se complementa con la obtenida mediante los servicios de inteligencia occidentales, ya que a que en ella depende la obtención de una imagen clara sobre lo que realmente sucede dentro de las instalaciones nucleares de dicho país.
El futuro de esta situación depende en gran medida del resultado de las elecciones en Estados Unidos el 3 de Noviembre.
Sin importar el ganador, es esperable que los ayatolas, debido a la gran crisis económica que atraviesan consecuencia de las sanciones americanas se vean obligados a retornar a las negociaciones; pero quien las liderará, Trump o Biden, determinará completamente el acuerdo que se realizará; acuerdo que tendrá consecuencias variadas en la seguridad del Estado de Israel dependiendo de la postura del partido gobernante americano.
Por otro lado, en las próximas semanas israel estará atravesando un periodo crítico determinado por la anexión de asentamientos en Judea y Samaria. Las consecuencias de dicho movimiento unilateral tendrán repercuciones no solo en las tierras implicadas sino también probablemente en el Líbano, Síria e Irán, donde Israel depende del apoyo de la comunidad internacional para socavar los intentos de atentados contra el único estado judío. Un claro ejemplo de esto es la campaña de presión que israel lleva en el ámbito internacional para el endurecimiento de la postura de los países hacia Hezbollah, cuyo último logro fue la reciente decisión de Alemania de declararlo como grupo terrorista. Por ello se pone en duda cuán contraproducente será para Israel la anexión en el ámbito internacional; ¿decidirá un estado en el futuro no designar a hezbollah como organización terrorista debido a la anexión de Ma’ale Adumim?
. De igual manera, en Siria Israel solo puede llevar a cabo sus frecuentes ataques contra los proxies iraníes gracias a una delicada coordinación con las fuerzas rusas; ¿cómo impactará la anexión en este acuerdo?. En cuanto a Irán ya el consenso internacional es complejo, teniendo en cuenta la retirada de Estados Unidos en 2018 del PAIC (un acuerdo entre las principales potencias mundiales e Irán firmado en 2015 para regular el desarrollo atómico de dicho país); ¿qué consecuencias tendrá el futuro reconocimiento unilateral americano de la soberanía israelí sobre los territorios anexados en futuros acuerdos posibles acuerdos futuros?
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