“No creo que haya anexión, porque el precio que podemos pagar es bastante alto”
A partir del 1° de julio, la aplicación de la soberanía sobre Judea y Samaria podrá ser discutida por el gobierno y la Knesset. Según el llamado “Acuerdo del Siglo”, la propuesta de paz entre israelíes y palestinos impulsada por Estados Unidos, Israel se dispone a declarar su soberanía en áreas que alcanzan un 30% de la superficie. En una primera etapa se aplicaría en el Valle del Jordán y el Mar Muerto, y luego en todos los asentamientos judíos de Judea y Samaria. El analista político israelí, Zvi Raviv, analiza la situación y brinda los fundamentos por los cuales considera que no será posible.
“Quien empuja el plan de anexión es el embajador de Estados Unidos en Israel, David Friedman”, aseguró y agregó: “Quien más quiere la anexión son los palestinos y no los israelíes. Si hoy hacemos una encuesta a los palestinos sobre si quieren ser anexados a Israel, el 80% de ellos van a decir que sí, pero no porque sean sionistas, sino porque tienen seguro médico, pensión, leyes sociales y además pueden ganar mucho más de lo que ganan si son ciudadanos palestinos”.
Desde el punto de vista de la población israelí, muchos quieren ese territorio como parte de la Israel grande, todo Judea y Samaria y la Franja de Gaza completa incluida en Israel. Otros lo quieren por miedo ya que van a protegerse de un ataque que podría provenir de Jordania, Irán o Siria, pero la gran mayoría se muestra apática a la anexión.
“Lo que pasa en Israel dentro de la política, es que de repente se unieron la extrema derecha con la extrema izquierda y ambos quieren un país, no dos países”, explicó Raviv. “Ambos quieren anexar a Judea y Samaria, pero no darles derechos a los árabes que están ahí para que no estropeen la situación de que tenemos un país judío. Esto es un problema gigante porque convierte a Israel en un Estado de apartheid”.
Zvi Raviv entiende que el juego es que el Primer Ministro, que comprende muy bien la situación, quiere que llegue el 1° de julio y quien prevenga la anexión sea Benny Gantz para poder echarle la culpa y seguir siendo el líder de la derecha israelí.
“Yo no creo que haya anexión, porque el precio que podemos pagar es bastante alto”, declaró Raviv. “Le damos aliento a todas las organizaciones y a grupos que están hablando mal y presentando a Israel como el centro del mal del mundo, y cualquier persona que tiene algo en contra de Israel o contra el judaísmo, podrán ponerse del lado palestino. El problema no es la realidad, es cómo se ve la realidad. Y esta realidad puede verse muy mal en lugares como Europa o Estados Unidos”.
Se vislumbra una confrontación política sin precedentes entre Israel y la comunidad internacional. “Creo que el precio que Israel puede pagar por la anexión es un precio bastante alto y la verdad es que si no hay anexión, el Primer Ministro va a estar muy satisfecho. Lo único que necesita ahora es tener algún debate en Israel acerca de territorios o del arreglo para que la gente no hable del juicio que espera el próximo mes”, explicó.
Con respecto a las próximas elecciones, el analista político israelí no cree que se llevarán a cabo. “El arreglo entre Benjamín Netanyahu y Benny Gantz es que si el primero decide llamar a elecciones antes del tiempo, tiene que ceder la posición de Primer Ministro por seis meses antes de tener las elecciones. Yo no sé si Netanyahu estará dispuesto a ceder su posición y a que tengamos elecciones seis meses después en el estado económico que se encuentra el país, con el 20% de desempleados”.
Mientras tanto el coronavirus avanza
Israel se encuentra a la espera de la segunda ola de la pandemia. El último día sumaron casi 300 nuevos infectados, llevando a más de 19.600 el recuento total. De los mismos, más de 15 mil se han recuperado y hay 303 fallecidos.
“Mientras estaba el confinamiento bajamos hasta tener entre cinco y diez casos por día, pero al abrir las escuelas de inmediato, muchos niños y maestros que se enfermaron y se volvieron a cerrar”, explicó Raviv.
La segunda ola de enfermos proviene de dos sectores: De inmigrantes no registrados que se infiltraron por la frontera de Egipto o Jordania y se encuentran en el sur de Tel Aviv, y otro epicentro son las aldeas beduinas en el sur del país. El Ministerio de Salud afirma que se encuentran la segunda fase de la pandemia. Actualmente el país está abierto en su mayoría, menos teatros, cines o deportes de grupos. “En Israel tenemos disciplina en contra de paciencia, cuando estuvimos en cuarentena estábamos con mucha disciplina y paciencia, ahora que la gente está afuera no respetan nada y el gobierno tiene miedo de que todos nos enfermemos”, advierte y agrega: “Israel tiene algo muy especial, única en el mundo, que es el seguro médico social que comenzó en 1911 y ahora lo replicaron en muchos países. Esto le da seguridad a la gente de que todo está bajo control”.
Estimaciones indican que alrededor de 200 mil israelíes están viviendo fuera del país y están en camino a regresar. También se prevé que 250 mil personas hagan aliá entre los próximos tres a cinco años, ya que Israel probó que su tratamiento contra la pandemia es más efectivo que en otros países.
El acuerdo entre el gobierno y la empresa de biotecnología Moderna, que está en la fase tres de la investigación de la vacuna, da esperanza a los israelíes ya que serán los primeros en recibir la medicina. La misma se espera para septiembre-octubre con la llegada del invierno. Además el gobierno compró dos mil respiradores más. “Esta situación médico-social que tenemos en Israel es muy atractiva para personas que ven la situación global, donde Europa, Estados Unidos o Latinoamérica no tuvieron tanto éxito en el tratamiento de la pandemia”, explicó.
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