América Latina sufre la peor crisis de los últimos 90 años

Sergio Clavijo, es un conferencista experto del sector financiero y presidente de la ANIF, Asociación Nacional de Instituciones Financieras de Colombia. En diálogo con Radio Jai, asegura que la crisis que azota a América Latina no será fácil de superar, que la ayuda internacional escaseará, y muchas áreas de la economía seguirán siendo golpeadas al terminar la pandemia.

El economista de importante carrera en la profesión, habiendo sido funcionario del FMI, asesor del Banco de la República y presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, explica el desarrollo de la pandemia en Colombia. Nos cuenta que su país inició el confinamiento en febrero, por lo que logró cifras favorables en los contagios y fallecidos, 60 cada millón, un número favorable en comparación con el 10 veces superior de algunos países europeos. Sin embargo, tal éxito en el ámbito de la salud significó un efecto grave en la economía. “Estamos pronosticando una contracción de nuestro Producto Interno Bruto entre el 4 y el 6 por ciento. Ya tenemos tasas del orden de 21 por ciento de desempleo” asegura Clavijo. Agrega, que la deuda se incrementará entre 10 y 15 puntos del PBI llevándola a 65 y que el país tendrá un “déficit monstruoso de 8 puntos”.

Cuando se le preguntó a cerca de el rol futuro de Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional en la ayuda para la recuperación de América Latina de la crisis no se mostró demasiado optimista. “El fondo monetario estaba armando unos paquetes contingentes para países que en el corto plazo estaban mostrando relativo comportamiento y buena disciplina fiscal, ese es el caso (en la región) de México y Colombia” dijo el economista, fundamentando que, en el caso de Colombia, el gobierno cuenta con relativamente sólidas las reservas nacionales de un monto de 50 mil millones de dólares a los que se sumarían otros cuatro de proveniencia multilateral, que ya se ven reflejados en el aumento de la deuda. En cuanto a la posibilidad de prestamos futuros provenientes de Estados Unidos, declaró que teniendo en cuenta las problemáticas de “dimensiones monumentales” en el interior del país, no habrá mucha ayuda adicional de este origen.

Por ello, “será la posibilidad de manejar nuestro banco central con una emisión de dinero local” dijo Clavijo. Agrega, que la crisis que vive América Latina es “muy profunda comparada con la Gran Depresión (de 1929)” aunque espera que sea de menor duración debido al descubrimiento y producción masificada de una vacuna. La crisis se ve reflejada en la suba de los índices de pobreza en toda la región, en Colombia, donde la misma había bajado de un 45% a un 28% se espera que llegue a un término medio de alrededor de 35%. Además, indica que los gobiernos deberán priorizar a los sectores bajos de la sociedad debido a que serán “los más golpeados en una América Latina con una informalidad en más de un 50 por ciento” y que probablemente las consecuencias de la crisis en áreas como el turismo, la aeronáutica y el transporte continúen siendo afectados aún después de finalizada la pandemia.

Con respecto a posibles cambios en el modelo económico de los países de la región, los cuales dependen en su totalidad de “commodities” (con la excepción de México y Chile en algunas pequeñas áreas) declaró que el tema se discute hace décadas, pero nunca fue llevado a la practica ni siquiera en los países que parecieran tener la posibilidad de hacerlo “La paradoja es que aún los países relativamente exitosos en los últimos 10, 15 años en materia de crecimiento económico. Estoy hablando de Chile, Perú, Colombia. (…) la canasta exportadora (…) sigue siendo 70% en “commodities””. Asegura, que tal perpetuación de la problemática se debe a carencias en el desarrollo de infraestructura, el bajo grado de competitividad en materia de desarrollo tecnológico y digital, y la precaria capacitación de mano de obra lo que genera que “el grueso de América Latina, tal vez con la excepción de Chile en ciertos productos y de México en algunos componentes de la industria, no somos competitivos”.

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