Reino Unido está eliminando el antisemitismo

El Partido Laborista fue sacudido por múltiples acusaciones de antisemitismo bajo el líder saliente Jeremy Corbyn. Los laboristas fueron vistos con profunda desconfianza en la comunidad judía y con gran parte de la población en general, de acuerdo en que la intolerancia era un problema sistémico para el partido.

La aparente determinación de Starmer, el nuevo jefe laborista, de pasar la página sobre esto, fue evidente en su primer acto al tomar el timón: emitir una disculpa a los judíos de Gran Bretaña y una promesa de reconstruir la confianza destrozada de la comunidad. La disculpa no se trataba de ganar votos, sino de una “declaración de valor, una cuestión de principios”.

Tres días después de su elección, Starmer y su diputada, Angela Rayner, tuvieron una reunión con organizaciones comunitarias judías. La respuesta de las organizaciones indicó tanto la buena voluntad hacia el nuevo liderazgo laborista como la continua ira hacia Corbyn.

“Keir Starmer ya ha logrado en cuatro días más que su predecesor en cuatro años para abordar el antisemitismo dentro del Partido Laborista”, señaló una declaración emitida por la Junta de Diputados judíos británicos, el Consejo de Liderazgo judío, el Community Security Trust y el movimiento obrero judío.

Para Starmer, el problema es personal y político: su esposa es de origen judío y tiene una familia extensa que vive en Tel Aviv.

Tres meses después, mientras los laboristas suben en las encuestas y Starmer disfruta de los índices de aprobación más altos de cualquier líder de la oposición británica en más de 25 años, los observadores dicen que está dispuesto a unir palabras cálidas sobre la erradicación del antisemitismo con una acción dura.

“Keir Starmer ha dicho todas las cosas correctas sobre la lucha contra el antisemitismo en el Partido Laborista y, de manera crucial, a diferencia de su predecesor, lo ha seguido con una acción sólida y rápida”, dice Dave Rich, director de políticas del Community Security Trust, que monitorea el antisemitismo y protege los lugares y eventos judíos.

Los comentaristas creen que los laboristas también pueden obtener alguna recompensa de los votantes. “Si algo se abre paso, será que el nuevo líder laborista prometió tolerancia cero con el antisemitismo y lo dijo en serio”. Los conocedores laborales afirman que algunos de los movimientos detrás de escena de Starmer también son cruciales para la lucha contra el antisemitismo en el partido.

En otra señal de sus intentos de ejercer control sobre la máquina del Partido Laborista, se conoció que Starmer colocó a un asesor de confianza en un papel clave que supervisa la unidad que maneja las quejas relacionadas con el antisemitismo.

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