El Centro Wiesenthal denuncia traslado del conflicto de Medio Oriente a Chile

Líderes de la Federación Palestina de Chile afirman representar a la comunidad palestina más importante fuera del mundo árabe, con aproximadamente 400 mil habitantes. En los últimos tiempos, han trabajado para importar el conflicto del Medio Oriente a través de Chile a América Latina. Sin embargo, su campaña principal es hostigar a la comunidad judía y presionar por una política para boicotear al Estado judío. Esto recuerda a los nazis durante la década de 1930.

Su último logro la semana pasada fue aprobar una resolución en el Congreso Nacional de Chile, instando al presidente Piñera a prohibir la entrada de productos de aldeas israelíes en “territorio en disputa”.

Las empresas que trabajan con Israel serán consideradas en violación del derecho internacional humanitario, por lo tanto no puede acceder a ofertas en el país o disfrutar de beneficios en virtud de acuerdos firmados entre Chile y otros países. Ninguna organización que opere en Chile puede beneficiarse de incentivos comerciales o fiscales. Estas medidas fueron elogiadas públicamente por el grupo terrorista Hamás.

“El último movimiento de la Federación Palestina de Chile no tiene nada que ver con el plan de paz de Trump o la anexión y solución de dos estados actualmente en debate. Es una adquisición hostil del Congreso chileno con el pretexto de eliminar a Israel del mapa. En verdad, es un secuestro de Chile trasplantando el conflicto de Medio Oriente a Sudamérica. El respaldo de Hamás es un espejo del papel de Hezbolláh en Venezuela. En ambos casos, la comunidad judía está en riesgo”, declaró el Dr. Shimon Samuels, Director de Relaciones Internacionales del Centro Wiesenthal.

El Dr. Ariel Gelblung, Director del Centro para América Latina, concluyó: “Instamos a las autoridades chilenas a repensar estas medidas y proteger vigorosamente a su comunidad judía. Su ley antidiscriminatoria es inadecuada para enfrentar la intimidación. La legislación requerida para castigar la incitación a la violencia es esencial.

Esta puede ser la herramienta para que el Congreso chileno rechace ser controlado por la política de Medio Oriente, enfocándose en las amenazas domésticas”.

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