Dudas sobre la elección presidencial en Polonia
La reciente reelección del presidente Andrzej Duda, de Polonia, tiene muchas dudas: se han presentado, en muy pocos días, varias denuncias por irregularidades en esos comicios. Andrzej Duda es del Partido Ley y Justicia, una formación ultraconservadora y tradicionalista que ha venido imponiendo su visión tan particular de la sociedad y la economía en los medios de comunicaciones y el Poder Judicial, con intromisiones que están vulnerando principios constitucionales y normas de la Unión Europea, la cual Polonia integra.
El domingo pasado, el presidente Andrzej Duda –que formalmente debió dejar de pertenecer al Partido Ley y Justicia años atrás- obtuvo el 51,2%, frente al alcalde de Varsovia, el candidato liberal Rafał Trzaskowski, con el 48,7%, una elección muy reñida y la más ajustada desde que Polonia se democratizó en los años noventa. La nueva normativa, que estableció el gobierno de Ley y Justicia, redujo a tan sólo tres días el plazo para presentar impugnaciones relativas a la elección, por lo que en estos días se produjo una gran avalancha en los tribunales. El principal cuestionamiento es el uso del aparato estatal a favor del presidente Duda, pero también ha habido denuncias de votos en el exterior –la comunidad polaca está muy presente en varios países de la Unión Europea- que, por problemas del correo, no llegaron a tiempo o se perdieron por el camino. Esto puede llegar a ser determinante, ya que en el voto del exterior hay un claro predominio de quienes han votado por la oposición.
¿Puede revertirse la elección? Difícilmente, pero estas impugnaciones ponen en evidencia cómo se ha estructurado un sistema que ha utilizado el clientelismo, el discurso más populista, el nacionalismo, el tradicionalismo religioso y fuertes medidas demagógigas en la economía, para crear una base electoral y una estructura estatal que se retroalimenta. La creciente percepción de Europa como un continente que quiere destruir el “alma” de la nación polaca, aísla año tras año a este país, que se encuentra entre los más poblados de la Unión Europea y, por consiguiente, con gran peso en las decisiones de esa comunidad. Y si bien en la visión cerrada está próximo a Vladímir Putin, el nacionalismo polaco es, también, profundamente anti ruso, por lo que precisa fortalecer su alianza el actual gobierno de Donald Trump, en Estados Unidos, y que ha venido cultivando en los últimos cuatro años.
¿Peligra la democracia en Polonia? Sí, porque los nuevos autoritarismos se disfrazan de democráticos, tienen una fuerte base electoral y van horadando, por dentro a las instituciones del Estado de Derecho. Aún se está a tiempo de revertir esta tendencia, pero la crisis sanitaria y económica del Covid-19 está reforzando las políticas de aislamiento y erosionando las libertades individuales.
Por Ricardo Lopez Gottig.
Reproducción autorizada por Radio Jai citando la fuente.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Radio JaiAyuda a RadioJAI AHORA!
HAZ CLIC AQUÍ PARA HACER UNA DONACIÓN