¿Cuál es el futuro de los servicios religiosos en Argentina?

En una entrevista con Radio Jai, Federico Pugliese, el Secretario de Culto de la Ciudad de Buenos Aires, explica cuáles  son las nuevas medidas que se tomaron para la habilitación gradual de los servicios religiosos, además de los esfuerzos actuales del Gobierno de la Ciudad para favorecer el intercambio entre religiones.

En la Ciudad de Buenos Aires, el jefe de gobierno Horacio Rodriguez Larreta, autorizó las prácticas religiosas con las limitaciones mencionadas, los mandatarios aseguraron que, de acuerdo al progreso de la pandemia, se evaluará si se debe volver atrás o continuar con las flexibilizaciones.

El gobierno nacional anunció la semana pasada la apertura de la cuarentena de modo escalonado desde el 18 de julio y hasta el 2 de agosto. Entre las decisiones tomadas, quedó confirmada la posibilidad de volver a realizar prácticas religiosas en los templos.

Pugliese comenzó la charla explicitando que desde del gobierno de la ciudad sostienen “la importancia de la dimensión espiritual de toda persona” por lo que desde un primer momento estuvieron trabajando en conjunto con “todas las comunidades y todos los cultos que [allí] conviven”. Explicó que en esta nueva etapa, a partir del miércoles próximo, se permitirá el ingreso a los templos para rezos únicamente individuales con un máximo de diez personas. A esto, agregó que “toda persona que esté dentro del templo tiene que estar con tapa bocas, sea ministro religioso o fiel”.

Cuando se le preguntó respecto del rol del gobierno en cuanto al incentivo del diálogo interreligioso, el Secretario aclaró que aunque ya se venía trabajando “en distintas políticas públicas, en [esta] materia que creemos fundamental, la igualdad, los derechos y la libertad religiosa”, el contexto de la pandemia provocó que se pasara “del diálogo a la acción”. Explicó que se está logrando un trabajo mancomunado entre el gobierno y los distintos credos para la prevención del contagio de COVID-19 y una ayuda a gente en situación de calle entre otros programas, por lo que la relación de las distintas comunidades “tomó la connotación de trabajo conjunto, de solidaridad, de mirar el bien común”.

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