Fin de un conflicto: la historia del cuadro renacentista saqueado por los nazis que seguirá en exhibición
“Madonna y el Niño con el Joven San Juan y Dos Ángeles”, de Jacopo del Sellaio, fue robado por el ejército alemán durante la invasión a París de 1942. Reapareció décadas después en una subasta y tras un largo litigio, se llegó a un acuerdo con los herederos.
El cuadro Madonna y el Niño con el Joven San Juan y Dos Ángeles (1480-1485), de Jacopo di Arcangelo (Florencia, 1443-1493), saqueado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, permanecerá en manos de la Fundación Francisco Cerruti, según un acuerdo al que llegaron los herederos de la pintura con el Museo de Arte Contemporáneo Castello di Rivoli (Turín) y la oficina de Procesamiento de Reclamaciones del Holocausto (HCPO, Nueva York).
La obra había sido adquirida por Gustav Arens (1867-1936) en la Galerie Sanct Lucas de Viena en 1936, y luego fue enviada para su restauración a la Akademie der bildenden Künste, donde el profesor e historiador de arte Emmerich Schaffran atribuyó la autoría a Jacopo di Arcangelo -conocido como Jacopo del Sellaio (Florencia, 1443-1493)- y no a Raffaellino del Garbo, bajo cuyo nombre había sido registrada originalmente.
Antes de emigrar a Estados Unidos en mayo de 1939, la familia Arens-Unger intentó exportar sus obras de arte del depósito aduanero de París, en donde estaban almacenadas, pero en febrero de 1942 los alemanes saquearon las propiedades del grupo familiar y su colección de arte.
Recuerda “los dramáticos acontecimientos del siglo XX que marcaron el destino de la familia del coleccionista de arte judío Gustav Arens, su hija Ann y su marido Friedrich Unger, después de que la Alemania nazi anexionara su Austria natal en marzo de 1938”, informa el comunicado del Museo de Arte Contemporáneo Castillo di Rivoli.
La obra reapareció en el mercado en la Galerie Fischer de Lucerna en 1974 y en 1985 en una subasta de Christie’s en Londres. En 1987 fue adquirida -sin saber el verdadero origen de la pintura- por el coleccionista turinés Francesco Federico Cerruti (1922-2015) a un marchand de arte italiano que la había comprado en Londres.
Posteriormente Cerruti legó su colección al Castello di Rivoli a su muerte.
En 2016 se iniciaron los acuerdos para la entrega de la Colección Cerruti al museo, que se formalizó en 2018 y la investigación realizada sobre la pintura, permitió reconocerla como la robada a la familia Unger. En 2018 la Fundación Cerruti en nombre del Castello di Rivoli, contactó a la HCPO de Nueva York (Estados Unidos) para ubicar a los herederos de la pintura.
Las negociaciones entre las partes concluyeron ahora y su objetivo fue mantener intacta la Colección Cerruti, preservando la memoria de los trágicos acontecimientos de sus dueños legales y permitiendo el acceso del público para ver el cuadro ubicado en la nueva casa museo, Villa Cerruti, gestionada por el Castello di Rivoli, además de la compensación económica de la fundación a la familia.
Una de las herederas de Gustav Arens, Grete Unger Heinz, dijo que a sus 93 años había perdido la esperanza recuperar la pintura y aprueba el “acuerdo justo” al que arribaron.
El Museo Villa Cerruti, inaugurado en 1984, se encuentra en un castillo real de la Casa de Saboya diseñado por el arquitecto barroco Filippo Juvarra, en las colinas de las afueras de Turín y desde 1997 es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, y es uno de los principales museos de arte moderno de Italia.
Fuente: Infobae.
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