Un paso histórico para el Estado de Israel

El anuncio de que el Estado de Israel y los Emiratos Árabes Unidos de que se establecerán relaciones diplomáticas entre ambos, es un paso histórico para la paz en Medio Oriente. El primer país árabe que reconoció al Estado de Israel fue Egipto, en 1979, seguido en 1994 por el Reino Hachemita de Jordania. En ambos casos, hubo conflictos bélicos que quedaron atrás. El anuncio de que se establecerán relaciones entre Israel y los EAU, en cambio, tiene como condición que el gobierno israelí no procederá en la incorporación de territorios ubicados en Samaria y Judea.

En el plano internacional, es una jugada que posiciona al presidente Donald Trump en el primer plano, en un momento en el que está jaqueado por la pandemia en Estados Unidos, los conflictos raciales, y en pleno camino hacia las elecciones de noviembre. Y, más precisamente, días después de que el candidato demócrata Joe Biden anunciara a su compañera de fórmula, la senadora Kamala Harris, ubicándose aún más en el centro político. Si bien la política exterior no provoca grandes cambios de la opinión en tiempos electorales, este anuncio coloca a Trump como un gestor importante en la paz para Medio Oriente.

En las filas palestinas reina el desconcierto. La primera reacción es la de sentir que han sido defraudados por el gobierno de los Emiratos Árabes Unidos, con el temor de que este sea el inicio de una serie de reconocimientos al Estado de Israel, lo que quita el elemento de presión internacional a la causa palestina. Lejos de alegrarse de que no perderá territorios a favor del Estado de Israel, impera la desazón por una movida diplomática que los ha dejado en un plano secundario, sin el protagonismo al que aspiran en las negociaciones de Medio Oriente.

Lo cierto es que, a medida que los gobiernos de los países árabes comiencen a reconocer el derecho a la existencia del Estado de Israel, se podrán ir solucionando las controversias del día a día en torno a la situación palestina, quitándole dramatismo y restándole apoyo militar externo a las fracciones armadas. Es otro paso histórico de un largo camino para la paz y la estabilidad de Medio Oriente.

Por Ricardo Lopez Gottig.

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