“La gente tiene necesidad de congregarse”

En pocos días comenzará un nuevo año judío y debido a la pandemia habrá que tomar nuevos recaudos a la hora de celebrar. Manes Kogan, es rabino en Queens, Nueva York, y contó en Radio Jai cómo es la preparación de Iamim Noraim en tiempos de coronavirus.

“No hay una respuesta única, depende de cada sinagoga y cada institución que tiene un protocolo distinto. En general, la mayoría de las sinagogas ortodoxas harán servicios presenciales limitados, algunos harán varios servicios en distintos horarios de acuerdo a lo que el Estado de Nueva York permite, que es un 33% de la capacidad del lugar. También hay mucha gente que decide no ir. Las sinagogas más liberales, reformistas o conservadoras van a tener solo servicios virtuales. Otras sinagogas, como la mía, tendremos servicios presenciales con capacidad limitada. Esperamos que vengan un máximo de 150 personas, cuando en general tenemos 600. También haremos virtual para que la gente en las casas pueda participar”, dijo Kogan.

“En cuanto a la parte económica es muy difícil. Lo que estamos haciendo es apelar a los socios, para decirles que es importante su aporte para mantener la sinagoga, y la gente lo acepta”.

“Hay un balance entre la situación real y cómo la gente la vive. La situación real en Nueva York, la curva se aplanó hace dos meses y medio. La cantidad de muertos en la ciudad es muy baja. En parte porque la gente usa máscaras, hay distanciamiento social y la gente se cuida. De a poco se está abriendo más. Lo que sucede es que hay gente que está más preocupada. El miedo es algo relativo”.

En cuanto a la parte espiritual, el rabino dijo que “nosotros vemos que la gente tiene necesidad de congregarse, conversar con otros, tienen necesidad de estar con otra gente. La pandemia tiene un costo muy grande. La parte social, el contacto con otros es muy grande y estamos tratando de suplir esa carencia a través de actividades virtuales pero tiene un costo muy grande. Mucha gente está deprimida, hay gente mayor que no tiene acceso a la tecnología y antes asistía a la sinagoga, es muy difícil”.

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