Exitoso lanzamiento del SAOCOM 1B: el satélite argentino ya está en órbita
Por Denise Szlukier
El satélite argentino de observación con microonadas SAOCOM 1B desarrollado y fabricado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), en colaboración con numerosas instituciones del sistema científico-tecnológico argentino, entre ellas el INVAP. Fue lanzado a las 20:18 de nuestro país a bordo de un cohete Falcon 9, de la firma Space-X, desde la base de Cabo Cañaveral en Florida, Estados Unidos.
La operación, varias veces postergada por cuestiones climáticas, finalmente se concretó con éxito y el cohete que elevó al satélite argentino, aterrizó con éxito sólo 8 minutos después de haber despegado y tras dejar al SAOCOM 1B en su segunda fase de ubicación.
El ministro consideró que “este satélite es líder en el mundo y fue desarrollado por empresas como el Invap (diseñó la plataforma electrónica del radar) y Veng (servicios de ingeniería en sistemas) junto a otras 80 empresas e instituciones y más de 900 personas que trabajaron en un proyecto también con la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNAE), desarrolló los paneles solares, y la Universidad Nacional de La Plata, que diseño la malla de protección”.
Uno de los beneficios que nos va a traer el SAOCOM 1B es que entre todas sus capacidades, se cuentan evaluar la humedad de los suelos y dar soporte a emergencias dentro de lotes de 150 metros cuadrados, brindar datos sobre el mejor momento para sembrar o fertilizar, generar información sobre crecidas de cursos de agua, desplazamientos de suelo, actividad de volcanes o el estado de bosques, glaciares y humedales.
“Estas imágenes proveerán datos de mapas de agua, suelos o riego de valor muy útil para nuestros agricultores y los países que las requieran”, dijo el ministro y agregó que apareció “una veta para ofrecerlas al mundo” y generar nuevos recursos.
Una vez lanzado al espacio y separado del cohete lanzador, el SAOCOM 1B desplegó automáticamente sus paneles solares y el Centro de Control de Misión de Córdoba, ubicado en el Centro Espacial Teófilo Tabanera de la CONAE, tomó el control del satélite. Desde ese momento, se comenzaron a desarrollar una serie de actividades críticas, que demandan cerca de 36 horas, como el despliegue de la antena radar.
Este proyecto llevó muchos años de estudio y más de mil personas participando en el mismo. Esto lo involucra en convertirse en un hito científico y tecnológico de la historia de nuestro país y por supuesto que despertará motivaciones y entusiasmo en los jóvenes a la hora de elegir su futuro.
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