El día después del día

Los días históricos están llenos de emociones. Se trabaja mucho tiempo; semanas, meses o inclusive años para esa fotografía de un instante que quedará para la posteridad. El desafío siempre es al día siguiente, lo que viene.

Ayer fuimos testigos del primer vuelo de la compañía de bandera israelí que aterrizaba en Abu Dhabi, pasando con autorización y resguardo por el espacio aéreo saudita. Lo que hace años se venía trabajando se cristalizó en esa fotografía que emocionó hasta las lágrimas.

Alguien ya dijo, que la paz se la hace con los enemigos. No se trata de amor, se trata de la toma de conciencia por parte de los líderes que es conveniente, que es un buen negocio y que no hay otra alternativa. La paz se logra desde la fortaleza de los enemigos. Así ha sido siempre en la historia de la humanidad. Las visiones románticas están muy bien para las películas de Hollywood o algún libro de ficción.

El Medio Oriente es una zona de arenas movedizas, donde la fuerza es la que determina la ubicación en el tablero y las posibilidades de sobrevivir. Muy lejos de nuestra visión y comprensión cultural latinoamericana.

Así lo comprendió Egipto en 1979 cuando asumió que la retórica panarabista que fantaseaba con tirar a los judíos al mar y borrar al Estado de Israel no era factible y firmó la paz. Así lo comprendió también Jordania cuando en 1994 vio que era un buen negocio la paz.

Ahora es el tiempo de Emiratos Árabes y seguramente pronto de algunos otros países del golfo. Israel llegó para quedarse, y se ha transformado en una potencia regional que sólo puede beneficiarlos. Un comercio bilateral fructífero en todas las áreas, un aporte de soluciones tecnológicas y de seguridad. Una alianza contra enemigos compartidos.

En una región de países que no responden a los cánones de la “democracia” europea, parecería que las administraciones de Trump y Netanyahu han comprendido como ninguna otra, cómo se avanza en ese complejo juego. Ambos personajes criticados por muchos de sus conciudadanos por ser políticamente incorrectos y sostener el poder a toda costa, pueden mostrar éxitos enormes y muy concretos en sus objetivos.

¿Le alcanzará a Trump la próxima fotografía en la Casa Blanca con la firma de este nuevo acuerdo de Paz, su capacidad de negociar fuerte con China, con Corea del Norte, Irán y Rusia para ser reelecto?, está por verse. Lo que nadie en la historia le negará a Trump, más allá de sus excentricidades, es que no llegó a presidir la mayor potencia del mundo simplemente para pasar el rato.

Respecto de Bibi ¿qué se puede decir? Uno se pregunta de qué se alimenta este animal político que parece de una energía inagotable. Mientras en las calles del país, e incluso frente a su residencia grupos de ciudadanos cuestionan su figura, su manejo político, acumulación de poder y resuenan temas que lo salpican en la justicia, él sigue adelante como si nada. No sabemos si se trata de su paso por el comando Matkal donde el logro de los objetivos y sobrevivir es la misión, o qué otro fenómeno le dan esa fortaleza que sólo algunos privilegiados de la historia pueden lograr. Netanyahu logró batir todos los records en permanencia como Primer Ministro, en un país donde todos creen ser primer ministro. No hay duda de que la posición estratégica de Israel y la verdad histórica de su pueblo vencen a la difamación y mentiras.

Los escépticos dirán que sigue pendiente resolver el tema Palestino y es cierto. Tal vez estos vientos del desierto provoquen que también éste o un nuevo liderazgo Palestino, se dé cuenta de que es un buen negocio hacer la paz con Israel. Que el tiempo de ser las víctimas de la historia y buscar la solidaridad del mundo, incluso de sus propios hermanos árabes, ha pasado. 50 años, o incluso si quieren 72 años, de retórica y terrorismo, no los ha conducido a nada. Los países serios del mundo ya saben de su corrupción interna, de su boicot a cualquier posibilidad de acuerdo y que, en realidad, a los únicos que genuinamente les interesa la creación de un Estado Palestino, es a sus enemigos israelíes.

En el día después del día, podemos ver nuevos y esperanzadores aires en el Medio Oriente. Salam Aleikum, Shalom Aleijem. Tal vez en el tiempo, la conveniencia se transforme en amor. Si no es así, que la convivencia sea armónica y beneficiosa para todos. Eso mantiene muchas veces a las parejas unidas y aunque no sea el ideal, es lo posible y funciona.

Miguel Steuermann
Director General
Radio Jai
La radio Judía de Latinoamérica