La red social TikTok anunció su política de “tolerancia cero” sobre el antisemitismo

TikTok, la popular plataforma de redes sociales para compartir videos, ha declarado una política de “tolerancia cero” en las cuentas que se han vinculado a hechos de antisemitismo, así como a otras formas de intolerancia.

El anuncio, apareció en una publicación del blog de TikTok titulada “Contrarrestar el odio en TikTok” y se produjo cuando la aplicación se ha enfrentado a una controversia sobre el contenido del discurso de odio en el servicio, incluido el desafío del Holocausto, en el que los usuarios intentaron presentarse a sí mismos como víctimas del Holocausto.

Sin embargo, todavía se sabe que otros usuarios hacen bromas inapropiadas y comentarios de naturaleza antisemita en la aplicación, que es utilizada y comercializada principalmente por un público más joven. En uno de esos videos que apareció el lunes, un teniente del ejército de Estados Unidos, hizo una broma sobre el Holocausto. “¿Cuál es el personaje Pokémon favorito de una persona judía?”, preguntó. “Ash”, respondió, haciendo referencia al protagonista del anime de Pokémon Ash Ketchum, así como a la cremación de judíos en los campos de concentración. Y añadió: “Si te ofendes, lárgate porque es una broma”.

En declaraciones, un analista de investigación del Proyecto Contra el Extremismo, explicó que si bien las “políticas integrales y específicas de discurso de odio son un paso en la dirección correcta para las redes sociales, se necesitan más pasos para combatir la intolerancia”. “Todas estas políticas son geniales en el papel, pero necesitamos ver a las empresas de tecnología imponiéndolas de manera proactiva para proteger a sus usuarios”, explicó.

“TikTok y otras compañías de redes sociales tienen que hacer más que simplemente hablar de labios para afuera para combatir el extremismo en sus plataformas. Necesitan hacer cumplir sus políticas de manera rápida y uniforme para protegerse contra el abuso de sus plataformas. Se trata de plataformas privadas y las empresas que las poseen tienen la responsabilidad ante el público de garantizar que los extremistas no abusen de sus sitios”.

“Algunos pueden argumentar que esto es una violación de la libertad de expresión, pero el hecho es que se trata de empresas privadas que tienen todo el derecho legal de limitar cómo se utilizan sus servicios”, finalizó.

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