Víspera de Rosh Hashana, CovidTime

Al tiempo que el Primer Ministro Netanyahu firmó los acuerdos de paz con EAU y Baréin en vísperas del año hebreo 5781, los israelíes estarán entrando en su segundo encierro obligatorio, apenas atemperado por medidas tan ambiguas como insignificantes, a causa del exponencial rebrote de casos de Covid y el caos político en que está sumido el Estado de Israel.

Si por un momento nos ponemos a pensar en el trastorno que ha significado para nosotros en la Diáspora, en cualquier lugar del mundo, afrontar estos tiempos trascendentales en medio de restricciones, bien podemos imaginar la magnitud y el impacto de la medida en el único Estado judío, Israel.

A la calamidad sanitaria se ha sumado la calamidad política y una vez más la decadencia y conflictividad social; presagio de más desastre, como bien nos enseña la historia y la leyenda.

Mientras tanto, aquí en Uruguay, el país sigue debatiéndose heroicamente entre sus vecinos gigantes jaqueados por la pandemia.

La libertad y la responsabilidad tan pregonada por el gobierno del Presidente Lacalle Pou ponen a prueba, un día sí y otro también, la capacidad de los escasos tres millones y poco de habitantes que constituimos este “paisito” de hacer las cosas bien. Sea en la Rural del Prado, sea en las Sinagogas donde nos congregaremos a partir del viernes por la noche. Aquí no tenemos prohibiciones, sólo restricciones. Nada es blanco ni negro, sino gris, gradual. Es la alternativa más deseada, la más idealista, también la más difícil.

Podemos ocupar pero no inundar las sinagogas, podemos tener minián pero con distancia física sostenida, podemos usar streaming pero debemos aceptar la virtualidad como nueva realidad.

En suma, estamos llenos de oportunidades pero sobre todo de desafíos. Porque por más que nos esforcemos por disimularlo, nada será igual. Saldremos a buscar espacios al aire libre, rendijas entre los días sagrados, para hacernos la ilusión de que efectivamente estamos transitando los diez días más solemnes del calendario hebreo.

Por Ianai Silberstein

Reproducción autorizada por Radio Jai citando la fuente.