Fuertes críticas al ministro de Salud israelí por no cerrar los templos a pocas horas del inicio del cierre nacional
A horas del comienzo del cierre total en Israel, los profesionales de la salud de todo el país convocaron a una protesta contra las restricciones impuestas por el gobierno. Estiman, según un informe de investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalem, que morirán entre 1.000 y 2.500 personas durante el confinamiento estricto de tres semanas.
Con el objetivo de reducir los infectados y cortar la cadena de contagios, el gobierno israelí tomó ciertas medidas que generaron malestar en gran parte de la sociedad. Sobre todo contra Yuli Edelstein, el Ministro de Salud, por permitir que las sinagogas continúen abiertas horas antes de que comience la cuarentena estricta y el anuncio de que un grupo de profesionales se oponen a este cierre dispuesto por las autoridades sanitarias.
Sin embargo Edelstein dio una conferencia de prensa y justificó la decisión de mantener abiertos los templos. Afirmó que su deseo es que los ciudadanos judíos escuchen el sonido del Shofar y pidió la cooperación del pueblo durante el encierro. Además, dijo que está “inundado” de preguntas sobre el tema de la apertura de estos edificios religiosos y agregó: “Tengo noticias para ustedes, el encierro cae en Rosh Hashaná y Yom Kippur, días en los que no solo el público ultraortodoxo o religioso llega a las sinagogas. Dado este hecho, aprobamos con orgullo las oraciones judías, con todas las restricciones necesarias y los requisitos de la insignia púrpura, para que este año los ciudadanos judíos de Israel, si así lo desean, puedan escuchar el sonido del shofar”.
El ministro dejó en claro la propuesta del gobierno, ya que están dispuestos a hacer todo lo posible para poder controlar la pandemia. Dijo: “Hay dos opciones: lidiar cada vez más con los errores o comenzar a corregir. Elijo corregir. Después de que salgamos de la situación difícil, habrá mucho tiempo para reflexionar. Pero actualmente estamos en guerra.”
También confirmaron que si la tasa de contagios no se reduce en las próximas tres semanas, es posible que impongan incluso medidas más restrictivas.
En simultáneo a toda esta situación, según el diario The Jerusalem Post, un grupo de médicos y científicos que se oponen al cierre del COVID-19 durante las vacaciones está planeando una manifestación en Kikar Habima en Tel Aviv. Entre los que participan se encuentran varios pediatras, ginecólogos, directores, profesores y doctores.
“Los médicos y científicos exigen el cese del cierre, cuya decisión se basa en cero información transparente al público, sesgos y distorsiones de los datos de morbilidad y mortalidad, sin ninguna discusión seria, e ignorando las voces de muchos expertos que han expresado su desacuerdo. Por favor, venga y comparta para que podamos evitar el cierre catastrófico”, expresaron en un documento entregado a la Corte Suprema de Justicia.
La carta que le enviaron al primer ministro, representa a varios médicos, científicos, periodistas y ciudadanos. En ella están volcados todos los argumentos por los cuales debe expirar el bloqueo de 21 días. Sin embargo, hasta el momento no han recibido una respuesta formal por parte de las autoridades.
Mientras tanto, un equipo de investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalem, publicó un informe que muestra un aumento notable de la cantidad de contagios y de pacientes en estado crítico. Además indica que en los próximos días aumentarán la cantidad de fallecidos.
Los investigadores afirmaron: “Es necesario tener un cierre efectivo para evitar exceder estas cantidades, y las reuniones deben limitarse sin excepciones. Las infecciones conocidas representan bien la propagación de la enfermedad”.
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