El día de la expiación
En este año, definitivamente distinto, tras haber pasado Rosh Hashaná estamos en los Iamim Noraim, Días que nos exigen realizar un balance hasta el Día del Perdón, para encontrarnos con nuestra espiritualidad y con el sentido que tiene para nosotros este día. ¿Basta solo con la tefilah (el rezo) para llegar obtener el perdón o hay acciones que debemos realizar?. Para desentrañar estos interrogantes conversamos con el Rabino Tuvia Serber, director del Beit Jabad de La Plata.
Dijo el rabino: “Comencemos con la traducción de las palabras, Iom significa “día” y Kipur quiere decir “expiación”. La historia original nos cuenta que ese fue el día en que Moshé bajó con las segundas Tablas, después de haber roto las primeras por el pecado del Becerro de Oro, lo que demostró el perdón total de D´s hacia el pueblo judío en la época del Desierto. A partir de ahí se fija como día de perdón, de disculpa y de limpieza; de todas aquellas cosas que uno pudo haber hecho y que no estaban bien a los ojos de la Torah. Una clave importante para entender Iom Kipur es que funciona como Día del Perdón para aquellas transgresiones en que se incurrió frente a D´s, pero si se hizo algún mal a alguien, a quien tiene que pedir disculpas es a esa persona. Este es el contexto general de lo que significa Iom Kipur, como día de expiación, de limpieza, de perdón”.
Con relación a las segundas Tablas, las que bajó Moshé del Sinaí, “tenían el mismo contenido que las primeras, los mandamientos nunca cambiaron y nuestros sabios explican que nunca va a cambiar ninguna mitzvá (precepto), porque es voluntad de D´s; y Él no cambia. Pero cuentan que en las primeras Tablas había una expresión limitada, que era la Torah escrita, más el Libro de Yoshúa y con las segundas Tablas nos entregó el doble de lo que teníamos antes: la Torah escrita, midrashim, Talmud, etc”.
Esto significa, agrega el Rabino Serber “que de la destrucción hay que sacar algo positivo, por eso quiero decir que este año, en medio del Covid, con mucho sufrimiento para todos los seres humanos, no solamente para el pueblo judío, (de hecho en Israel la situación está muy complicada) esto es algo que desde la perspectiva judía se ve siempre como una semilla que se tiene que pudrir en la tierra, para que luego crezca un árbol entero con infinitos frutos. Pero para que esto pase, hay algo que tiene que deshacerse en la tierra. Este es el mismo concepto: De cada cuestión difícil tenemos que poder extraer algo positivo, lo que implica no solo reemplazar lo que teníamos antes, sino generar un crecimiento para que sea el doble de lo anterior, como ocurrió desde las primeras Tablas a las segundas”. Por ejemplo, continuó: “En Rosh Hashaná, muchísima gente que no iba a las sinagogas, por diferentes circunstancias, escuchó el shofar en las calles, en las plazas, en las esquinas.
En términos de Iom Kipur, particularmente hablando, yo creo que la esencia del día es el vínculo que uno tiene con D´s, esto es lo más importante de esa conexión que va más allá de lo que uno hace, piensa o siente; no importa, tenemos un contacto esencial con D´s. En esta época, que tenemos tantos sufrimientos por el Covid justamente esto está más a flor de piel y eso es algo positivo, hay que aprovecharlo y saber usarlo.
Claro que para pedir perdón a otra persona no hace falta esperar Iom Kipur. Maimónides menciona esto también en sus leyes sobre la teshuvá, cuando dice que uno tiene que arrepentirse y acercarse a la otra persona a pedir disculpas, pero en ésta época, en que uno está más sensible, es más fácil hacerlo y la otra persona debería, por supuesto, no ser cruel y perdonar. En los textos de nuestros sabios hay un versículo que dice “hay que buscar a D´s cuando se encuentra y llamarlo cuando está cerca”. Pero como ¿no es que está en todos lados; que está siempre cerca?, entonces dicen nuestros sabios que eso se refiere a los días de Rosh Hashaná, Iom Kipur, y a los primeros 10 días del mes de Tishrei; en que la gente está más sensible.
La idea que está cerca uno la vio cuando en Rosh Hashaná tocamos el shofar en la calle; las personas se emocionaban y se ponían felices y contentos; ahora bien, mirado esto con una perspectiva superficial, había un barbudo en la calle haciendo sonar un cuerno y si eso emocionó a la gente es porque tiene un sentimiento especial y se emocionaba llorando en las esquinas, en las plazas; aunque la realidad es que se trataba de un barbudo con un cuerno.
Pero como era Rosh Hashaná tenía otro sentido, esto lo que quiere decir es que D´s está cerca, es una época especial para el perdón y para buscar en el interior de cada uno esta conexión que tenemos”; finalizó el rabino del Beit Jabad de La Plata.
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