Declaración inaugural del recién elegido presidente de la Organización Sionista Mundial, Yaakov Hagoel
Yaakov Hagoel, presidente de la Organización Sionista Mundial expreso un sentido discurso que compartimos a continuación:
Queridos amigos,
En 1897, un pueblo disperso se reunió en lo que parecía casi surrealista. Por primera vez en casi 2000 años, representantes judíos de docenas de comunidades alrededor del mundo se reunieron para discutir el regreso a su tierra natal.
Allí en Basilea, Suiza, comenzaron a discutir cómo convertir un viejo sueño en una realidad, allanando un camino de esperanza a partir de la desesperación, imaginando la renovación desde donde una vez hubo destrucción y buscando la unidad de los fragmentos de la separación.
En ese evento pionero, por primera vez en la historia, nuestros libros de oración se llenaron de versos de anhelo a un regreso a Sion y Jerusalén vió un rayo de esperanza en los primeros pasos hacia la realización del sueño.
Theodor Herzl, el visionario del Estado y los otros líderes pioneros vieron al sionismo como el cumplimiento del derecho natural e histórico de nuestro pueblo e inculcaron a los delegados del Congreso Sionista un sentido de unidad.
La Organización Sionista Mundial es la organización que llevó a cabo el renacimiento del Estado de Israel. Sirve como el gobierno del pueblo judío, que se reúne y une bajo sus alas las diversas opiniones, puntos de vista, denominaciones y desafíos que enfrenta el pueblo judío, tanto en la Diáspora y en Israel.
Cuando Menachem Begin fue elegido primer ministro en 1977, se le preguntó con qué estilo dirigiría el gobierno y respondió, “lo haré en un buen estilo judío”.
Inspirado por este gran líder, me esfuerzo por administrar esta importante organización en un buen judío estilo sionista y ético, trabajando junto con los miembros del Ejecutivo Sionista en Israel y en la Diáspora.
Hoy asumo el importante papel de liderar el movimiento sionista. Hago esto con humilde reverencia, realizando los valores eternos de nuestro pueblo: valores de libertad, respeto, identidad y tradición.
Mis queridos amigos, miembros de la organización, representantes de las comunidades judías, aquellos de diferentes denominaciones con varios puntos de vista, todos compartimos un objetivo con una visión reservada exclusivamente para nuestra gente.
Nuestra nación tiene miles de años, un pueblo que llevó con orgullo sobre sus hombros el eterno Libro de Libros que lo ha impartido al mundo.
Somos un pueblo que ha pasado por penurias, persecuciones, humillaciones y asesinatos.
Somos una nación cuya patria nos fue arrebatada, no una sino dos veces, pero nunca se rindió
al sueño de volver a ella.
Somos una nación que ha revivido su idioma y conservado su cultura.
Somos las personas más perseguidas en la historia de la raza humana.
Sin embargo, somos una nación que surgió de las cenizas de la opresión y el exilio, un pueblo que se quitó los grilletes y regresó a la Tierra de Israel, su patria histórica.
Entre todas las diferencias de nuestra gente, reconocemos nuestros desafíos comunes. Algunos de nosotros vivimos en la Diáspora, pero todos vemos la Tierra de Israel como el hogar de cada judío. Permanecemos juntos para enfrentar los innumerables desafíos que nuestro pueblo tiene ante sí.
Nuestros valores compartidos incluyen el fortalecimiento de la identidad judía y sionista, la lucha contra Antisemitismo y movimientos de boicot, educación, la importancia de colonizar la tierra, fortalecimiento de la centralidad de Jerusalén como nuestra eterna e histórica capital, la inmigración-aliá a Israel, la tradición y el idioma hebreo que nos ha acompañado durante generaciones.
A lo largo de los años, las Instituciones Nacionales han redimido tierras, recaudado fondos y donaciones, luchado por nuestro derecho a existir y a inmigrar y asentar la tierra.
Hoy, llevando nuestra herencia eterna desde los días del monte Sinaí -desde el monte Sinaí, a los profetas bíblicos, a los padres del sionismo moderno, continuamos nuestra obligación de trabajar por el pueblo de Israel y la Tierra de Israel.
En este carácter, me gustaría agradecer primero y ante todo al Creador del mundo y pedir Su fuerza y guía en los diversos desafíos que aún tenemos por delante. Y a ustedes, queridos activistas sionistas de Israel y de la Diáspora, y todos aquellos entre quienes la chispa de esperanza y la visión del sionismo late en sus corazones, les doy las gracias.
Anhelo que juntos para el cumplimiento continuo de nuestra visión.
“He aquí un pueblo que se levanta como una leona y se alza como un león”. Números 23:24
“Convirtió un trapo en una bandera, y una turba miserable en un pueblo, reunido erguido alrededor de ese bandera. “Theodor Herzl, 1901
Con el amor del pueblo de Israel y la Tierra de Israel,
Sinceramente,
Yaakov Hagoel
Presidente del Ejecutivo Sionista
Traducido por Alicia Weiss para Radio Jai
Reproducción autorizada citando la fuente.
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