“Es bueno que la gente sepa que se puede acercar a pedir ayuda”

En estos tiempos de pandemia donde la situación no es favorable para casi nadie, siempre están aquellos que iluminan y ayudan a quienes más lo necesitan, y la fundación Tzedaka es un claro ejemplo. Para ello, Radio Jai se comunicó con su directora ejecutiva, Patricia Kahane, quien dio detalles sobre cómo llevan a cabo este año tan atípico.

Lo primero que aclaró es que la situación previa a la pandemia “ya era muy mala” y que ellos como organización ya venían deteriorándose, debido a que los niveles de desigualdad “han venido aumentando”.

Como fundación, contó que dos veces al año, se encargan de hacer una medición para saber cuál es el ingreso promedio de una familia. “En marzo, previo al inicio de la pandemia cuando la línea de pobreza estaba en $ 40.000 pesos, el ingreso promedio de las familias participantes de los programas educativos era de $ 27.000 pesos”, explicó. Es decir que ya atendían a familias que ya estaban por debajo de la línea de pobreza, en situaciones muy delicadas. “Ahora la situación de todos es significativamente peor”, afirmó.

Puso como ejemplo a los adultos mayores y señaló que “hasta el inicio de la pandemia recibían ayuda de sus hijos para quizás completar un poquito la jubilación básica y llegar a fin de mes”, pero que debido a la situación “hoy no cuentan con esa ayuda”. “Todos los parámetros se agravaron”, aseguró.

La fundación Tzedaka cuenta con 14 centros de atención social distribuidos a lo largo y a lo ancho de Buenos Aires. Derivan a la gente a cada uno de esos centros que, según la directora, “funcionan como médico de cabecera” y ahí es donde la persona “va una vez por mes y tiene su conversación con la trabadora social, se lleva sus medicamentos, sus pañales y toda la ayuda”.

Si bien la situación no es para nada favorable, se la rebuscaron para poder asistir a las 4.000 personas promedio que atienden.

“Esto implicó la creación de estrategias de atención, un aumento muy significativo en la cobertura de alimentos y de necesidades de vivienda y un incremento gigante en el gasto que estamos teniendo en inversión social”, indicó. Esto último incluye medicamentos, viandas, pañales a domicilio y demás. Además, informó que en lo que va del año, registraron un aumento de un 40% de la demanda de ayuda.

También cuentan con un programa llamado “Guesher”, que es de atención en emergencia. “Son de atención temporal para gente que nunca fue beneficiaria pero que producto de la cuarentena se vio interrumpida su fuente de ingresos y que no están pudiendo arreglárselas”, explicó. Ese programa continúa abierto y notaron una alta demanda en los últimos meses. Sin embargo, en estos momentos Kahane dijo que “está más ¨amesetada¨ esa demanda, pero es bueno que la gente sepa que se pueden acercar a pedir ayuda sin ningún problema”.

Con respecto a los donantes, recalcó e hizo hincapié en que “la gente es terriblemente solidaria” y que “los donantes saben que la fundación pide porque necesita”.

Luego de las flexibilizaciones, muchas personas pudieron recuperar su fuente de ingreso natural y la directora marcó que son ellos quienes “renuncian a la ayuda de modo agradecidos” y saben que “esa ayuda que recibieron durante 3 o 4 meses, ahora la puede estar necesitando otro”. “Eso también es una muestra de compromiso, de solidaridad, y de comprensión de la gravedad de la situación”, cerró.

Aquellos que necesiten ayuda de la fundación deben escribir a [email protected] y quienes quieran donar lo pueden hacer desde la página www.tzedaka.org.ar. “Ahí encontrarán todos los modos para brindar ayuda”, estableció.

Por GS/RJ

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