Rab Gabriel Malki, coronavirus y Torá

El rabino Gabriel Malki, proveniente de la ciudad de Rosario, Argentina, pero actualmente viviendo en Israel, da a los oyentes de Barrio Jai una lectura religiosa acerca de la situación que estamos atravesando como humanidad frente a la pandemia de COVID-19

Comienza dando un breve contexto de lo que actualmente esta sucediendo en Israel con respecto al coronavirus. Explica, que a diferencia de Europa donde está comenzando la segunda ola, en Israel está finalizando por lo que se está empezando con la reapertura del país.

“Ya hace una semana… los jardines abrieron, se abrieron varios negocios, y hoy comenzó la primaria hasta cuarto grado” explica.

Además, la tendencia positiva continúa, “cada vez bajan más los casos.

Estamos en 600 por día… que es un 2.3% diario [de tasa de infección] a lo que se le suma la buena noticia del día de hoy de que “Israel está en la última etapa de desarrollar una vacuna”.

Para su interpretación religiosa de la actualidad, Malki recurre al parashá de esta semana en la que se relata que “cuando nace Yitzhak, el hijo de Abraham… la mamá, Sarah, ve que había una posible mala influencia de su hermanastro Ismael [por lo que] le pidió a Abraham una prueba muy difícil y le dijo que lo expulse a él y su mamá [Hagar]”. En ese momento, debido a la decisión complicada que debía tomar, Abraham fue a consultar con Dios, que le dijo “que escuchara a Sarah”. Por eso, Malki pregunta: “¿Por qué Sarah le pide algo tan difícil a Abraham? ¿Por qué era tan negativa en su pensamiento?”. La respuesta que el rabino encuentra a este conflicto, es “la responsabilidad que tenemos los padres con respecto a nuestros hijos, que cuando hay un potencial de mala influencia sobre ellos tenemos que hacer lo máximo, tenga el costo que tenga, para tratar de que ellos no sean influenciados para mal”.

Malki entiende esta responsabilidad de proteger a los hijos frente a las malas influencias, como fundamental en la actualidad debido a que, con el coronavirus, “nuestros hijos están muy expuestos a todo lo que es el tema virtual, cuando están consumiendo mucho de la computadora, el celular, de las redes sociales, donde ellos se pueden llegar a relacionar con un montón de gente que puede ser que no tengamos el control adecuado”. Por eso, concluye que “tenemos que empezar a estar más pendientes de lo que está pasando con nuestros hijos… y con nosotros mismos también porque de repente empezamos a hablar por Twitter, por Facebook, por Instagram, con un montón de gente y empezamos a intercambiar un montón de información personal”.

Por TP/RJ
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