Crisis económica en Israel: “El aniversario del asesinato de Rabin pasó desapercibido”
Ariel Said, quien fuera columnista en Radio Jai, actualmente es productor periodístico de Crónica TV y se encuentra en Israel cubriendo los 25 años del asesinato de Itzjak Rabin. En este marco, brindó un panorama sobre cómo se vive allí este nuevo aniversario y la situación local actual.
“La sociedad israelí está golpeada por la situación económica en este momento, en la discusión de si cerrar o no cerrar sirve o no sirve, y en ese contexto, el aniversario del asesinato de Rabin pasa desapercibido, así como pasó desapercibido la firma de los tratados con los tres países árabes sobre el reconocimiento mutuo”, indicó, y dijo que pasan desapercibidas un montón de cosas que van ocurriendo, nubladas absolutamente por la situación económica que se vive, que es bastante compleja: “Tan compleja como gente pidiendo plata en los cruces de las carreteras o en las esquinas de las calles en las ciudades, cosa que nunca había visto”, se sorprendió el entrevistado.
Said describió el impacto de la situación en el sector turístico y comparó el panorama de hoy en la Ciudad Vieja de Jerusalem con el shuk (mercado) cerrado, a causa del Corona, que le recordó cuando él vivía en Israel y que durante la primera Intifada, debió también cerrar. Dijo que hoy tiene la misma percepción que en aquellos momentos.
“Nunca vi la ciudad Vieja tan apagada, silencios como la vi este fin de semana cuando me tocó estar ahí”, expresó.
Otro de los grandes temas, que vio muy presente en la sociedad israelí, fue el de la “grieta”, que se siente muy fuertemente en la población, sobre los que están con Bibi (Netanyahu) y los que están en contra, y que ese elemento está presente en cada una de las cosas, no solamente en las manifestaciones de Balfour, integradas por gente de clase media golpeada económicamente, sino también, que se ve en medio de una clase política de un Primer Ministro acusado por hechos de corrupción, de dar información mentirosa, y en su momento de mayor debilidad política, producto de que solo cuenta con el apoyo de los partidos ultraortodoxos, quienes por otra parte son grupos, que por su estilo de vida, junto con la población árabe, son los focos de propagación del virus más fuerte en la sociedad israelí.
Respecto de la coalición de los partidos de Netanyahu con Ganz expresó que es una coalición ficticia ya que “se pelean todos los días”. Hoy Kajol Lavan debería estar tomando el cargo de Primer Ministro con Gantz pero todo está parado en la Corte Suprema de Justicia de Israel.
“Es muy parecida la dinámica política a lo que nosotros vivimos en la Argentina”, la diferencia es, por ejemplo, que en Israel hay un sistema de salud más avanzado, por el que hay un alto porcentaje de contagios para lo que es la población israelí pero con un bajo nivel de mortalidad para lo que son los estándares internacionales, producto de la excelencia de ese sistema de salud.
En cuanto al sistema de salud ya es difícil de sostener porque la gente no tiene ingresos. Hace cuatro meses “se abrió” y en esa apertura a Israel le fue muy mal. Por esta razón, esta vez se está abriendo de manera gradual. Lo están haciendo los colegios, pero los negocios aún no están abiertos, “ni hablar de los centros comerciales”.
Fuera de las escuelas, está todo paralizado, los restaurantes solo admiten el take away, es decir comprar la comida y llevársela. Todo eso produce el malestar en gran parte de la sociedad que está haciendo un enorme esfuerzo desde hace meses, sosteniéndose con cero ingresos y con el miedo de que la coalición gobernante se caiga, y que esto beneficie a los ultraortodoxos, quienes se interesan fundamentalmente en las reuniones en las ieshivot (academias de estudio) en los templos, escuelas, donde se flexibilizan las exigencias y que según precisa Said la sociedad no ortodoxa, ya sea laica o conservadora, los que no están vinculados con el mundo ortodoxo, no están recibiendo los mismos beneficios. No pueden abrir sus negocios, hay un nivel altísimo de desocupación, la ayuda estatal (la ATP) es insuficiente.
Lo único que funciona, comenta el periodista, son las llamadas High Tech, todo lo relacionado con la informática y tecnología que trabaja en formato “home office” mientras que, el resto de las cosas, en especial el turismo, está absolutamente inactivo ya que “no hay turistas”.
Por CL/RJ
Reproducción autorizada por Radio Jai citando la fuente.
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