Miles de personas en las calles por el funeral del rabino Jaim Meir Wosner Z.L

Miles de israelíes ultraortodoxos abarrotaron las calles de Bnei Brak el domingo por la noche, para el funeral del rabino Jaim Meir Wosner que sucumbió al coronavirus más temprano en el día, en la última violación masiva de la comunidad de las pautas de salud pública.

La policía había estado en conversaciones con rabinos en el suburbio de Haredi de Tel Aviv en las horas posteriores a la muerte en un intento por evitar multitudes masivas similares a las observadas en los funerales ultraortodoxos la semana pasada.

Esas negociaciones no dieron frutos, ya que miles de sus seguidores estaban decididos a despedir a su líder.

La policía colocó varias barreras alrededor del lugar de la procesión, pero los asistentes al funeral las retiraron, lo que provocó riñas con algunos de los oficiales en el lugar. Sin embargo, en su mayor parte, las imágenes mostraban a los policías indefensos a un lado mientras avanzaba el funeral.

Wosner, el decano de la Yeshiva Jajmei Lublin y una figura importante en Bnei Brak, contrajo el coronavirus el mes pasado y fue tratado en su casa hasta que sus niveles de saturación de oxígeno bajaron y fue hospitalizado en estado grave.

Dio negativo en los últimos días, pero su estado se deterioró durante el último día y murió el domingo por la tarde a la edad de 83 años.

Era hijo del rabino Shmuel Wosner, quien fue el principal líder espiritual en el mundo jasídico durante décadas, hasta su muerte en 2015, a la edad de 101 años.

Unas 100.000 personas asistieron al funeral de Shmuel Wosner en ese momento, y dos personas murieron debido a la densa multitud.

El líder de la oposición, Yair Lapid, tuiteó una foto del funeral y dijo: “Un gobierno loco, un funeral loco”.

En el transcurso de la pandemia, ha habido una creciente ira pública por las frecuentes violaciones a gran escala de las reglas de encierro en la comunidad ultraortodoxa, así como por la aparente renuencia del gobierno a hacer cumplir estrictamente las reglas de salud en esa comunidad.

A pesar de que la morbilidad en la comunidad ultraortodoxa es mucho mayor que en cualquier otro grupo social, los legisladores Haredim han criticado los intentos de hacer cumplir las leyes con más fuerza en sus comunidades y han calificado esos esfuerzos de discriminatorios e inútiles.

Mientras tanto, se ha considerado que el primer ministro Benjamin Netanyahu no está dispuesto a enojar a sus socios políticos Haredim, sin cuyo apoyo no tiene esperanzas de permanecer en el poder.

La policía ha sido criticada por no tomar ninguna medida contra varios funerales masivos que tuvieron lugar esta semana, al tiempo que impuso muchas multas a las personas que estaban en las reuniones. En el caso de los funerales de los principales rabinos en Jerusalem, la policía dijo a los medios de comunicación que dispersar a las multitudes habría causado un “derramamiento de sangre”.

Las cifras publicadas la semana pasada revelaron que la policía estaba repartiendo proporcionalmente muchas más multas en localidades predominantemente laicas que en las ultraortodoxas.

La disparidad en la vigilancia siguió a datos que mostraban que casi una cuarta parte de todos los nuevos pacientes israelíes con coronavirus son de la comunidad ultraortodoxa, lo que destaca la desastrosa propagación del COVID-19 a través de ciudades y vecindarios Haredim.

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