Escuela Tarbut “Nos venimos preparando con mucha alegría y mucho entusiasmo”

La educación, a pesar de ser esencial, fue suspendida hace un año en Argentina debido a la cuarentena; pero en menos de una semana, los chicos volverán a las aulas en la Ciudad de Buenos Aires.

Lila Pinto, Directora General del colegio Tarbut, nos cuenta cómo se encuentra la institución y cómo abordan el regreso más esperado.

“Nos venimos preparando con mucha alegría y mucho entusiasmo, con muchas ganas de reencontrarnos en el colegio y de transitar juntos esta experiencia de hacer una escuela diferente, cuidándonos y disfrutando de aprender juntos. Estamos preparando, rediseñando nuestras prácticas, reinventando nuestras rutinas, aprendiendo y pensando todo el tiempo que estrategias implementar para cuidarnos.

Fundamentalmente, queremos que sea un regreso que podamos sostener, que podamos cuidarnos y disfrutar de estar juntos.

Implica mucho trabajo de planeación operativa, de cómo se llega a la escuela, cómo se evitan las aglomeraciones, cómo se entra. También implica mucho trabajo de preparación por parte de los docentes, de coómo vamos a recibir a cada familia y a trabajar con ellos, para aprender mecanismos y procedimientos de cuidado. Por supuesto, prepararnos para entender que todo lo que estamos haciendo probablemente cambie y tengamos que cambiarlo sobre la práctica”.

“Estamos preparando nuestros propios procedimientos, modificando horarios para ayudar a las familias a organizarse y poder entrar a la escuela de forma más ordenada y cuidándonos en la calle y dentro del colegio para evitar las aglomeraciones. Por suerte, contamos con distintas puertas de acceso que serán destinadas en diferentes horarios para diferentes edades en todas nuestras sedes.

En las que tenemos una sola puerta el escalonamiento es diferente, pero hay una entrada y una salida planeada con escalonamientos y procedimientos de cuidado para que se evite la aglomeración de gente. Tanto las familias como los que estamos en la escuela somos conscientes de que, si queremos poder sostener el colegio, las escuelas abiertas y las aulas funcionando, todos tenemos que colaborar para que así sea, y cumplir las normas. Sabemos y confiamos que nuestras familias son las primeras en apoyarnos en que esto pase y pase bien, porque así nos cuidarnos y para que la escuela funcione”.

“Creo que hay mucha expectativa. La comunidad escolar está compuesta por varios factores, somos muchos los que hacemos una escuela. Muchos ya regresamos al colegio en estas últimas semanas y estamos transitando este proceso emocional del rencuentro. Si bien ya nos habíamos reencontrado en fines del ciclo pasado, este es otro reencuentro, es para volver de forma permanente y sustentable. Nosotros desde el colegio le damos mucha importancia a poder hablar de estas cosas y trabajar en los que nos genera todo esto. Por el otro lado, lo que mas ayuda en este contexto es tener clara la información y que protocolos que vamos a implementar. Nosotros hablamos de cinco ´C´, que es como planteamos el regreso a la escuela – Cuidarse, Comprender, Construir, Colaborar y Celebrar – este año cumplimos 60 años como colegio. Creemos que la escuela es un lugar para estar bien, seguros y celebrar.

Los padres y los alumnos esperan el regreso con expectativas e inquietudes, todos estamos esperando a ver cómo funciona esto que estamos planeando. Una cosa es pensarlo o anticiparlo y otra es verlo en funcionamiento. Estamos en la previa de un estreno, y son los nervios de salir al escenario, sabiendo que uno no improvisa, que en una obra hay un guion armado, pero dentro de esa obra hay algo que puede ser modificado”.

“Nosotros tuvimos lo que se llama “experiencia kaitz”, que es una experiencia de verano, donde hubo aproximadamente 100 participantes entre niños y niñas de entre 18 meses y cinco años en nuestra sede de Belgrano, que  pasanron media jornada y disfrutanron del reencuentro en pequeñas ´NET´ (Núcleo de Encuentro Tarbut) que son burbujas. La verdad es que aprendimos un montón de lo que implica el protocolo de cuidado de niños pequeños. Aprendimos mucho de lo que significa para un niño pequeño estar con un tapabocas, que sabemos que es diferente que para un niño más grande o adolescente, sabemos que no es obligatorio usarlo hasta que no tenga autonomía, aprendimos mucho de lo que es el distanciamiento con el docente y  que hay que regular las expresiones del cuerpo y cómo hacerlo para poder acompañar a los chicos chiquititos. Aprendimos mucho de nuestros procedimientos de cuidado y de las formas de comunicarnos con las familias para eso, también tenemos un sistema para cada una de sus burbujas, tenemos una familia referente con la que nos comunicamos y armamos una red de información en caso de que sea necesario aislar a alguno de estos grupos por un caso sospechoso. Aprendimos cómo acompañar a los chicos cuando comen una colación, cosas que tienen que ver con las rutinas habituales que son esencialmente rutinas de aprendizaje para los mas chiquititos en un contexto muy distinto, en el que tenemos que ser más cuidadosos con la higiene, con el cuidado del cuerpo, como siempre lo hacemos, pero ahora, mucho más. Haberlo hecho nos permitió darnos cuenta de que es posible, que no es  ajeno a que no haya dificultades, ni que tengamos que enfrentar posibles casos sospechosos. Es cierto que solo caminando uno descubre que se puede disfrutar”.

“Cada colegio toma sus decisiones en función a las particularidades de su infraestructura, de su comunidad escolar, las posibilidades que tiene de organización de los grupos, es muy singular. Todos seguimos los mismos protocolos sanitarios, pero la posibilidad de disponer del tiempo y del espacio depende de la infraestructura.

En Tarbut usaremos el protocolo vigente para el cuidado sanitario organizando nuestros escolares en burbujas para jardín, primaria y escuela intermedia. Para la secundaria probablemente hagamos una subdivisión de grupos que van a funcionar en una misma burbuja. Nuestra jornada, para los más chicos hasta la escuela intermedia va a ser extendida porque podemos hacerlo, tenemos el espacio y las posibilidades para ello con los procedimientos necesarios de escalonamientos de recreo y espacios para la entrada y salida. En la secundaria probablemente trabajemos en jornadas mixtas que van a incluir el entorno virtual y presencial, en distintas asignaturas y proyectos diferentes”.

Así viene la nueva normalidad y el desafío de las escuelas para poder reeabrir de manera presencial sus espacios. Nada fácil, pero es lo que toca.

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