“Pocos creemos que las causas puedan llegar a resolverse”

En diálogo con Radio Jai, el periodista Jaime Rosemberg se refirió a la figura del expresidente fallecido (Menem) y a las “luces y sombras” que rodearon a su persona, en especial las que lo muestran, de un lado, como primer presidente argentino en visitar Israel, y del otro, como responsable de los atentados terroristas perpetrados durante su gobierno.

“Me da la impresión de que hay dos planos separados”, estimó. Y señaló que, como testigos de la época, los que compartieron los medios judíos en la década de los noventa, recuerdan que el viaje a Israel de Menem tuvo su peso específico, que todo el mundo pensaba en una presidencia muy lejana para lo que era Estados Unidos e Israel, y terminó con ese viaje que confirmaba un giro geopolítico. Y opinó que el tema de los atentados está en otro plano, que es muy difícil comparar una cosa con la otra, o disculpar una de la otra, que uno fue un “gesto” de la gestión, y que lo otro, fue una responsabilidad de años y décadas que el ex-presidente nunca asumió cabalmente y que, más allá de que él no haya sido el que puso la bomba ni el que haya facilitado la entrada de los terroristas, le cabe la responsabilidad política, que es -subrayó- “totalmente indiscutible”; como así también son incomprensibles las reacciones que se suscitaron al marcar estas cosas.

Sobre el tema del encubrimiento en los atentados, coincidió Jaime en que “no son poca cosa en una Argentina que se ha ido deslizando en una pendiente de impunidad” y que, por eso, “pocos creemos que las causas puedan llegar a resolverse”. Los atentados a la Embajada y a la Amia son un pedestal importante en esa caída, porque, a partir de ahí, se empezó a creer menos en la Justicia de la democracia; que desde distintos sectores buscaron “salvar la ropa”, en las responsabilidades para descubrir a los autores de los atentados y apresarlos; Y agregó: “Con cierta complacencia de autoridades judías de la época” que, por un lado hablaban de la mejor manera de resolver el atentado, y por el otro, mantenían un vínculo con el gobierno de entonces, y -opina- que “eso le faltó al comunicado de la DAIA”.

Sobre dicho comunicado, dijo que para él “es impecable”, que se puede discutir si el momento, apenas fallecido Menem, era el adecuado para decir lo que había que decir; y volvió a insistir en que debería haber estado mencionado en dicho comunicado, que “las entidades comunitarias, también dieron una suerte de plafón político a un gobierno que estaba seriamente cuestionado por la responsabilidad de los atentados”.

Acerca de la actual política nacional, y allí, la postura del kirchnerismo, por un lado contraria al menemismo, y por el otro, la actitud de la actual Vicepresidenta quien prácticamente organizó el velatorio de Menem, el periodista indicó que más allá de la rebeldía que tenía Cristina Fernández en el Senado, como única senadora opositora al menemismo, en aquella época, hubo un trabajo en común, sobre todo con Néstor Kirchner gobernador y Carlos Menem como presidente, que ocho años después, optaría por una política contraria a Menem, pero que “el pasado común es innegable”.

Respecto de Cristina, le parece que tiene que ver más con sus formas políticas, con tener el protagonismo absoluto de todo lo que pasa en el Senado. Lo incluye en “una expresidenta que trabaja para la historia”, que ya no lo hace para la coyuntura, que trabaja para ver “cómo la van a recordar los libros de historia”.
Sin embargo, las raíces menemistas son innegables. “El PJ siempre logra reinventarse, logra borrar con el codo lo que escribió con la mano unos años antes”, sintetizó.

Por CL/RJ

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