A dos años de la muerte de Natacha Jaitt: “Es todo sospechoso y hay un montón de irregularidades”

Ayer se cumplieron dos años de la muerte de Natacha Jaitt, una mujer con una gran presencia mediática, y que todavía sigue siendo un enigma. Su cuerpo fue hallado en el salón de fiestas “Xanadú”, ubicado en la provincia de Buenos Aires, donde había asistido para concretar una reunión.

Radio Jai dialogó con Ulises Jaitt, su hermano, quien dio detalles de lo sucedido y apuntó contra la justicia.

“La realidad es que la investigación no está en ningún lado, están intentando desbloquear la Tablet de Natacha que ahora está conectada a una computadora en gendarmería donde se intenta encontrar la clave para poder acceder a información completa”, explicó, y agregó: “Hace un año se había hecho un desbloqueo parcial de la Tablet donde accedieron a 20.000 imágenes y 370 videos y nunca nos llamaron para avisarnos si esa información tenía algo que ver o no”. “Parece que no se puede entrar a la Tablet de Natacha, como si fuese la de un terrorista”, exclamó Jaitt.

Es muy curioso que luego de dos años aún no hayan podido desbloquear la Tablet personal de Natacha para poder esclarecer la causa.

“Hay corrupción, y están tapando a todos los testigos que estuvieron esa noche y que acabaron con la vida de ella, de hecho, cometieron delitos gravísimos con todo lo que respecta a la ley de drogas y no hay ningún imputado”, afirmó. “Esto es como si hubiese pasado un elefante y nadie lo vio”.

En la causa no hay ningún imputado, ni si quiera los dueños del salón “Xanadú”, donde apareció el cuerpo sin vida.

“Es todo sospechoso y hay un montón de irregularidades. No hicieron nada, te indigna porque en otras causas se mueven muy rápido”, comentó Jaitt.  “En ese salón corría la prostitución y la droga, y donde los mismos políticos, jueces y fiscales iban a esas reuniones, entonces se cuidan entre ellos”.

En la red social Twitter fue tendencia, porque la gente aún la recuerda por su coraje, por sus denuncias y porque al igual que su hermano Ulises Jaitt, aún, esperan justicia: “Acabaron con su vida. Ella apuntó contra tanta gente, entonces uno no sabe desde donde viene el vuelto”.

Por GS/RJ

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