Pésaj: El Cantar de los Cantares y el amor como sostén de la vida
Queridos amigos:
Estamos ya en el mes hebreo de Nisán, preparando nuestros corazones y almas para la llegada de la festividad con mayores prácticas para toda la familia: Pésaj, la Fiesta de la Libertad del pueblo judío del yugo Egipcio hace 3.300 años. Son 7 días (en la Diáspora 7 + 1) [1] que tienen como distinción mayor el consumo de la matzá y la prohibición del jametz [2] , y, por supuesto, la reunión en derredor de la mesa y la lectura de la Hagadá de Pésaj, el relato de la libertad de Egipto durante el Séder de Pésaj.
También leemos, en el Shabat de Pésaj, el libro bíblico de Shir Hashirim, El Cantar de los Cantares. La razón que nos enseñan nuestros exégetas para esta lectura durante Pésaj radica en dos versículos de ese libro bíblico: el primero, refiere a la primavera [3] – siendo Pésaj también Jag HaAviv, la Fiesta de la Primavera; el segundo, evoca la salida de Egipto [4] – el motivo central de Pésaj, Jag HaJerut [5].
El Cantar de los Cantares es el libro del amor por antonomasia del pueblo judío, que narra, en forma vívida, poética y conmovedora, la relación de amor y de pasión entre un hombre y una mujer – con imágenes y descripciones impactantes de ese amor. Si alguien no supiese que El Cantar de los Cantares es parte de la Biblia santificada por los Sabios de Israel, y lo leyera por primera vez, pensaría que se trata de una obra antigua secular de amor supremo y hasta erótico. Pero fueron esos Sabios los que decidieron incluir a El Cantar de los Cantares como parte del Libro Rector de todo Occidente, la Biblia hebrea, interpretando que los personajes amorosos de El Cantar de los Cantares son Dios mismo – el novio – y el pueblo de Israel – su novia… haciendo del relato de Shir HaShirim una alegoría en su totalidad.
Los investigadores se preguntan cómo un libro de estas características – con expresiones tan detalladas de amor entre el hombre y la mujer – fue incluido entre los otros sagrados libros de la Biblia; cómo es que un libro que tiene al amor más humano como tema central – y dueño de frases de alto contenido sensual – pudo haberse hecho “un lugar” entre los libros de los Salmos, los Proverbios y demás [6].
La respuesta de los investigadores es sorprendente por su actualidad: El Cantar de los Cantares fue incluido en la Biblia… por clamor popular. Los Hijos de Israel adoraban los 8 capítulos de ese libro de amor – y fueron ellos quienes “demandaron” su inclusión en el Libro que sería el Mapa de Ruta del pueblo judío – y de Occidente todo. Sí: nuestros Sabios explicaron a El Cantar de los Cantares como una alegoría del vínculo profundo, amoroso, significativo y eterno entre el Creador y la Novia que eligió para sí – el pueblo judío… Y, con ello nuestros antepasados vieron satisfecha su necesidad de incluir al tema del amor humano en su Libro Rector – ya que no se puede explicar la totalidad de la experiencia humana sin incluir en forma orgánica al tema del amor: el sentimiento más poderoso que nos vincula a unos con otros. La Moral de Occidente debía incluir al Amor – que tantas veces lo sostiene todo.
El Amor es la base de la Creación Divina. El amor es, en inconmensurables ejemplos, la inspiración de la creación humana en las artes, la música, la literatura, la cinematografía – algunas veces, romantizado e infantilizado, y otras, respetado y enaltecido con justicia. Es una parte fundamental de la realización de cada uno de nosotros, los seres humanos; esa base que permite establecer familias fuertes, matrimonios consolidados, amistades memorables y de una vida, uniones de seres humanos en causas comunes. El amor es una fuerza viva y positiva, indispensable para el funcionamiento de la sociedad toda. Los padres creadores de la música contemporánea nos transmitieron esto con simpleza y contundencia: John Lennon decía que “All you need is love” (Todo lo que necesitas es amor), a lo que Paul McCartney agregaba: “And, in the end / the love you take / is equal to the love you make” (Al final, el amor que tomas es igual al amor que entregas/haces).
En este año en el que se nos privó del abrazo amoroso en tantas ocasiones a causa de los encierros forzados por la nefasta pandemia, sufrimos más que nunca la ausencia de ese amor que tanto sana y tanto cura. Pésaj nos recuerda que su valor central, la Libertad de un pueblo, se dio en el marco del amor entre Dios y ese pueblo liberado desde el Amor Divino – un pueblo que tiene que aprender a vincularse desde el amor unos con otros para arribar a lo más sublime de sus metas. Ése es el mensaje de El Cantar de los Cantares y el que tanto necesitamos en estos días, donde recomenzamos a encontrarnos con quienes amamos en el abrazo solidario, cálido y profundo.
Quiera Dios que la celebración de otro Pésaj en nuestras vidas personales y familiares nos devuelva a nuestra memoria histórica como familia que se hizo pueblo, y luego Nación, en la Tierra Prometida: en nuestra amada Éretz Israel.
Quiera Dios inspirarnos para responder con responsabilidad a los llamados de la Libertad.
Y quiera Dios que tengamos un Pésaj de muchos encuentros, muchos abrazos, mucha familia, mucho amor… y que la Humanidad toda sea liberada del desafío de esta pandemia.
¡Jag Pésaj Saméaj!
¡Jazak ve’ematz!
RABINO CARLOS A. TAPIERO
Vice-Director General & Director de Educación
Unión Mundial Macabi
[1] Por “Yom Shení shel Galuiot”, el día adicional que se le suma a las Festividades fuera de la Tierra de Israel.
[2] Los derivados del trigo, cebada, centeno, avena y espelta.
[3] El Cantar de los Cantares II, 11-13.
[4] El Cantar de los Cantares I, 9.
[5] La Fiesta de la Libertad.
[6] La tercera parte de la Biblia hebrea, los K’tuvim (“Escritos”).
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