“Estos crímenes no prescriben”

Luego de que la justicia alemana determinara falta de pruebas en el juicio al ex guardia nazi Friederich Karl Berger, Radio Jai dialogó con Jonathan Karszenbaum, director de contenidos del Museo del Holocausto de Buenos Aires, acerca de esta polémica decisión:

“Los perpetradores tienen que ser mayores a 95 años para no haber sido jóvenes de dieciocho años, en el caso de Friederich Berger, el acusado tiene 95 años y estuvo en el campo de Neuengamme en 1945. Es gente muy mayor, con lo cual si se hace justicia o llegan los procedimientos, es muy tardío, como por ejemplo el reciente caso del contador de Auschwitz, condenado pero no llegó a cumplir su condena porque murió, lamentablemente esta es la situación de los perpetradores”.

“En el caso de los sobrevivientes, afortunadamente si ha habido un trabajo y una concientización de hace unos treinta años de documentaciones de sobrevivientes o familiares de los sobrevivientes hechas por decenas de organizaciones e instituciones, nos dejaron sus historias pero lamentablemente el paso del tiempo hace lo suyo y es nuestra generación la que se ha hecho cargo de seguir contando esas historias”.

Según Karszenbaum: “La condena social también es importante, en el caso de estos criminales que aunque sea el final de sus vidas tengan que dar explicaciones, pasar por la mirada social, la mirada mediática, también pasa que las propias familias se terminan enterando que pertenecieron a un aspecto criminal dentro de lo que fue el totalitarismo nazi, hay algunos libros que dan cuenta de cómo las historias familiares de estos criminales se fueron licuando con el paso de las generaciones, pero afortunadamente estos crímenes no prescriben y aunque sea muy tardío lo simbólico hace su contribución para decir que no importa la edad, la justicia seguirá buscando a los criminales nazis, en ese sentido hay una clara señal que los crímenes contra la humanidad son diferentes que el resto de los crímenes”.

“La propia extradición de una persona de 95 años es simbólica y durante este último tiempo también se presenta la cuestión desde lo humanitario, de personas tan ancianas, pero si no prescriben estos crímenes es justamente porque aún las personas con esa edad deben hacerse cargo de su propio pasado”.

Finalmente, concluyó: “En algunos casos negar el holocausto está penado, hay símbolos ideológicos del nazismo que están prohibidos e incluso la propia persecución de los criminales no ha impedido que resurgieran partidos nazis en la propia Europa e incluso en la propia Alemania, donde hay partidos con los mismos ideales que reivindican al nazismo, entonces eso nos obliga a tener siempre la guardia alta, a exigir a los Estados mayores niveles de control, mayores niveles de supervisión de estas manifestaciones porque corremos siempre el riesgo de que vuelvan al poder, no hay un futuro donde podamos estar relajados, una visión un poco pesimista pero a la vez realista porque ya muriéndose los sobrevivientes y los perpetradores hoy podemos decir que el nazismo sigue existiendo lamentablemente”.

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