“Mi tarea es transformar planes sociales en trabajo”

A finales del siglo XIX e inicios del XX Argentina contaba con el PBI más importante del mundo, era vista como un país modelo y pujante, unos de los países más ricos del mundo. En los últimos 80 años su endémico endeudamiento donde las cuentas fiscales nunca cierran y el gasto público excede largamente su recaudación tributaria, inclusive siendo una de las más altas del mundo, han llevado a una crisis que parecería no tener fondo. El granero del mundo, admirado por su enorme clase media, movilidad social y posibilidades de bienestar ha quedado para muchos en el recuerdo nostálgico de épocas remotas.

Los indices de pobreza son dolorosos. Un 42% de la población vive bajo la línea de pobreza, un 10.5 en la indigencia, un 60% de los jóvenes son pobres, la desocupación crece y el trabajo informal (en negro) ronda el 40%.

Radio Jai dialogó con Daniel Arroyo, ministro de Desarrollo Social de la Argentina. 

“Está claro que la situación es crítica, la Argentina tiene pobreza estructural, es decir que los padres y abuelos del pobre también fueron pobres, aunque también el que no tiene los servicios básicos (cubiertos) sufre de nueva pobreza. Tuvimos cuatro años muy complicados más la pandemia, gente que perdió ingresos, que perdió su trabajo. Aquí tenemos pobreza estructural y nueva pobreza, pobreza vinculada a la falta de infraestructura básica y problemas de trabajo. Además uno le agrega en este contexto el problema más crítico, que es el precio de los alimentos, nosotros estamos encarando varias políticas en esa dirección (para resolver), es evidente que la situación es crítica y se ha agudizado por la pandemia”.

“En 1974 Argentina tenía 4% de pobreza y 3% de desocupación, a partir de ahí hubo momentos muy malos y muy buenos, y hoy nos encontramos con 42% de pobreza. Acá diría que hay tres cuestiones:

-Primero hay que ampliar la torta productiva, generar crecimiento económico, necesitamos más valor agregado y más actividad económica,

-El segundo punto sería que la mitad de los jóvenes no está en la escuela, la pobreza infantil es del 57%, necesitamos que más chicos vayan al jardín y por eso este año estamos construyendo ochocientos jardines escolares, en relación a eso implementamos la tarjeta Alimentar para promover la alimentación saludable en los jóvenes.

-Y finalmente el tercer punto serían las oportunidades de trabajo, el trabajo de los sectores más pobres se distribuye en distintas ramas: la construcción, el textil, la producción de alimentos, el cuidado de personas. Para mejorar esto generamos el programa Potenciar Trabajo donde la persona empieza cobrando la mitad del salario mínimo y partir de allí va insertándose en el proceso productivo. Cabe mencionar que de no haber los programas estatales promovidos desde el ministerio, la indigencia habría subido al 27%”.

“Es claro que debemos generar inversiones, para lo que hay que generar condiciones para que se desarrollen estas mismas inversiones. En segundo lugar cabe mencionar que el Estado ha acompañado al sector privado en esta pandemia, sobre todo con el ATP, pagando parte de los salarios del sector privado. Luego, Argentina tiene cuatro millones de niños cuyos padres cobran asignación social, luego un millón y medio de familias en la tarjeta Alimentar y 850 mil personas en el programa potenciar trabajo, esos son los incluidos en programas sociales. No obstante, si uno agrega las jubilaciones, los empleados estatales y muchas otras cosas, llega a un número más alto (cerca del 50% de la población). No hay planes sociales para veinte millones de personas, hay una necesidad de fomentar la creación de trabajo, el crecimiento económico y la inversión privada”.

“Hay 850 mil personas que (reciben ayuda del estado) deben hacer una contraprestación, ya sea estudiando o trabajando, para cobrar del programa Potenciar Trabajo, y si esto no sucede en el primer mes se le descuenta el 50% y al segundo mes se lo suspende. Este mes se le han descontado el 50% a 24 mil de esos planes, y si esto se repite el próximo mes, estos planes estarían suspendidos.  una tarea compleja. Cada persona en este plan está articulada por una unidad de gestión, es decir la provincia, el municipio o una cooperativa, lo implementamos en marzo de 2020 y a medida de que se abrieron actividades se puso en marcha”.

Respecto a la potencial ayuda del estado frente a esta segunda ola de Covid el ministro señala: “El IFE tuvo que ver con el cierre absoluto de la actividad, en abril, mayo y junio de 2020. Este año van a haber cierres focalizados. Frente a la nueva ola de contagios estamos avanzando sobre esa línea y acompañaremos a los sectores productivos que tengan dificultades”.

Vale la pena dedicar unos minutos a escuchar completa la entrevista que le realizara el director de la emisora al ministro Arroyo, donde se abordan los temas cruciales que hacen a una triste realidad social y económica de la otrora rica república Argentina.

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