Hay pacientes con covid con una gravedad tal que solamente pueden sobrevivir en terapia intensiva

Radio Jai dialogó con Arnaldo Dubin, miembro de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva y Jefe de la Terapia Intensiva del Sanatorio Otamendi, acerca del apabullante aumento de casos y su impacto en el sistema sanitario, más específicamente en las terapias intensivas.

“Estamos pasando un momento de mucha zozobra, el sistema está prácticamente saturado, es muy difícil conseguir una cama de terapia intensiva, hay pacientes que deambulan durante horas en ambulancias antes de poder ser internados. En las terapias intensivas tenemos mucha angustia por los malabarismos que tenemos que hacer para poder internar a los pacientes que se descompensan, de modo que la situación ha llegado a una condición extrema, realmente el porcentaje de camas ocupadas en la mayoría de las instituciones es del 100%. Pero capaz el mayor problema no sea la ocupación de camas, sino que los intensivistas estamos con un cansancio terminal, venimos de un año durísimo, ya eramos pocos antes de la pandemia pero ésta diezmó nuestras filas, somos cada vez menos”.

Según Dubin: “La sobrecarga de trabajo que hemos tenido nos pone en un estado de fatiga irreversible, si esta fatiga solamente permaneciera en nosotros carecería de importancia, sin embargo impacta en nuestro rendimiento. En terapia intensiva esta disminución del rendimiento lamentablemente resulta en el aumento de la mortalidad”.

“Es tarde para remediar esta situación porque el número de intensivistas no se puede aumentar, la formación de un médico intensivista demanda cuatro años, además cada vez menos médicos quieren hacer terapia intensiva por las condiciones de trabajo y por los salarios. Entonces esto requiere un enfoque estructural que va a demandar tiempo”. “En este momento lo único que podemos hacer para minimizar la catástrofe que está ocurriendo es limitar la velocidad de los contagios con medidas restrictivas, lamentablemente no hay otra posibilidad porque en este escenario de crecimiento explosivo en el número de contagios con un sistema de salud más vulnerable que en la primera ola, la única alternativa para minimizar el daño es con restricciones”.

“Entre 2020 y 2021 hubo un aumento sustancial en la ocupación de camas de terapia intensiva de alrededor del 50%, el gobierno llevo a cabo un importante esfuerzo para aumentar el número de camas y respiradores en los hospitales, pero lamentablemente se puede hacer poco para mejorar el plantel de intensivistas”. “Estoy convencido que las restricciones deben ser acompañadas por una ayuda económica sustancial, sobre todo a los sectores más postergados de la sociedad, pero la crisis económica no resulta principalmente de la cuarentena, sino hay restricciones y la pandemia continúa el curso dictado por las predicciones, la economía se caerá sola, en este momento hay líneas de producción en la industria paralizadas por los contagios. Si la pandemia adquiere el carácter catastrófico que está dado todo se va a caer”.

Finalmente, concluyó: “Cuando hablamos de ocupación total de la terapia intensiva decimos que hay pacientes con COVID con una gravedad tal que solamente pueden sobrevivir con tratamientos dados en las terapias intensivas, si estos pacientes no ingresan en las terapias intensivas irremediablemente fallecerán, este es el escenario al que nos estamos acercando aceleradamente”.

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