Adrián Moscovich, “No repitamos la historia” Las decisiones de DAIA las debería tomar un cuerpo colegiado

El director general de ORT Argentina, Adrián Moscovich, renunció a su cargo de prosecretario de la DAIA hace un par de semanas. Aunque aduce temas personales de falta de tiempo, en realidad deja traslucir su desacuerdo con la forma en que se conduce la entidad representativa de la comunidad judeo-argentina.

En su red personal publicó un crítico escrito respecto a lo que se le expresó al Presidente Alberto Fernández en relación a que la Argentina debía haberse abstenido en la votación de la comisión de derechos humanos de las Naciones Unidas, que definió investigar a Israel por crímenes de guerra en su reciente confrontación contra la agrupación terrorista Hamás.

Radio Jai se comunicó con Moscovich que entre otras cosas expresó:

Cuando se va a hablar de un tema como este, se debe ser muy claro, y que, de ninguna manera, se podría haber dicho que la Argentina tenía que abstenerse en dicha votación, ya que, frente a hechos tan claros, la Argentina debía haber votado en contra.

Consideró que es responsabilidad de la dirigencia de expresar lo que la comunidad judía en su mayoría piensa, y tener la dignidad de plantarse como corresponde.  De hecho, dentro de DAIA, hay voces disonantes respecto de la actitud tomada por la entidad, frente a la postura del gobierno argentino.

Frente a ello, Moscovich considera que la DAIA como representación de instituciones adheridas, un cuerpo colegiado, debería tener un debate interno y que las resoluciones deberían partir de una definición de posturas y no de las de un pequeño grupo, o de las del presidente de la entidad.

“La decisión no fue solamente la del presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits, sino de los que denominan “cuarteto” conformado por el Presidente, Vicepresidente 1ro, Secretario general y Tesorero, que definen las decisiones importantes, a pesar de que el Consejo Directivo esté integrado por más de treinta personas, el que a su vez, representa a las 160 instituciones adheridas. “Tendría mucha riqueza y sería muy bueno para las futuras decisiones de la DAIA, el debate interno de las instituciones de la Comunidad Judía”, evaluó. Y subrayó: “No creo que la forma en que se toman las decisiones en DAIA, solo por cuatro personas, (de mi mayor estima personal, intelectual y profesional) sea lo adecuado.

Esta es la publicación de su cuenta personal:

No repitamos la historia.

Hace algunas horas, la delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas -DAIA-, representación política de la Comunidad Judía de la Argentina, en reunión con el Sr. Presidente de la Nación, Dr. Alberto Fernández, tuvo la oportunidad de haberle planteado de manera contundente a nuestro Presidente el profundo malestar y preocupación de la Comunidad Judía de nuestro país, ante el voto favorable del gobierno argentino en la ONU para la creación de una Comisión Internacional que investigue las supuestas violaciones de los derechos humanos durante el último conflicto, definido de manera equivocada como un enfrentamiento entre israelíes y palestinos.

La posición de la Comunidad Judía en su conjunto, coincidente con el pueblo argentino en su gran mayoría, del cual formamos parte con orgullo y responsabilidad cívica, no tiene grises ni expresiones ambiguas: Nuestro país debió haber votado en contra de lo resuelto por la ONU y, además, debería solicitarle al Sr. Presidente que declare de inmediato que Hamas es un grupo terrorista, que gobierna Gaza de facto desde 2007.

Son momentos en que la DAIA le explicite al primer mandatario de todos los argentinos de origen de la cuestión, que su concepción es teológica y alejado de una disputa territorial, en lugar de la pésima sugerencia de la “ABSTENCIÓN” que, de acuerdo al significado que nos da la Real Academia Española para este término, nos aleja del sentimiento antes expresado.

Tiempos pasados ya tuvimos representantes de la Comunidad Judía que cruzaban la Plaza de Mayo rumbo a Balcarce 50 haciendo planteos vacíos de contenido, dando lugar a respuestas dilatorias y descontextualizadas.

Por favor, no repitamos la historia.