AMIA: el juicio en ausencia, único camino hacia la verdad
Todos los años, como si se tratara de un déjà vu, en los días previos al 18 de julio, día del fatídico atentado a la sede de la AMIA-DAIA, las autoridades gubernamentales de turno, cualquiera sea su color político, invitan a la Casa Rosada o a la Quinta de Olivos a los dirigentes de las instituciones centrales de la comunidad judía; antes de la DAIA, últimamente de la AMIA.
Se habla del atentado, se recuerda a las 85 víctimas fatales y se formulan promesas de profundizar la pesquisa; promesas que al día siguiente se diluyen y quedan solo en eso: promesas vacías de contenido y concreción real. Este ritual se repite año a año, desde hace 27 años. Sin embargo los sindicados por la Justicia argentina como responsables de haber cometido el atentado no comparecen a estar a derecho y, como se sabe, sin previa toma de su declaración indagatoria la causa no puede avanzar.
Un grupo muy activo de familiares de las víctimas afirma que toda la investigación del atentado está contaminada y que se pretendió encubrir a los verdaderos responsables a quienes, sin embargo, no identifican. Otro grupo, más radical, propone la desclasificación de archivos secretos y la conformación de una “Comisión de Notables” en reemplazo de la actividad jurisdiccional del Estado.
Por último, algunos familiares sostienen que aún con sus deficiencias y errores la investigación realizada por el juez Galeano y luego por el juez Canicoba Corral y la acusación formulada por el fiscal Nisman, que le costara la vida, permitió determinar quienes fueron los autores materiales e intelectuales del cruento atentado.
Lo cierto es que la causa se encuentra en un virtual estado de parálisis y aunque aparezca un arrepentido que aporte nueva información o que entre los derruidos documentos olvidados en un oscuro sótano del edificio Barolo aparezca un dato clave, en la medida que los acusados no se presenten la causa carece de futuro.
Sin embargo, existe un instrumento jurídico que permitía salir de este estado de aneuria: me estoy refiriendo a la Ley de Juicio en Ausencia que debería sancionar el Congreso de la Nación en cuyo caso podría aplicarse a la Causa Amia ya que las normas procesales son de aplicación retroactiva.
El Juicio en Ausencia está vigente en varios países y ha sido convalidado por la jurisprudencia desde los juicios de Nuremberg ya que perfora cualquier planteo de inconstitucionalidad.
Contrariamente a los que cuestionan este instituto para su aplicación en la Causa AMIA y sostienen que constituiría un modo formal de cerrar la misma, considero fervientemente que resulta el camino que permitiría avanzar y someter a juicio a los imputados quienes, ausentes por motu proprio, igualmente contarían con todas las garantías de fondo y procesales para defenderse y aportar las pruebas que dicen tener tal cual explicitaron en el marco de la celebración del ominoso y declarado por la Justicia argentina inconstitucional Memorándum de Entendimiento con la República Islámica de Irán.
De esta manera, probablemente emergería la verdad que todos anhelamos y se arribaría a una sentencia que establecerá condenas o absoluciones pero que definitivamente concluirá con el oprobio que significan 27 años de impunidad en el atentado más cruento que registra la historia argentina. El Estado argentino tiene una deuda grande con la sociedad toda; esclarecer definitivamente el atentado ocurrido el 18 de julio de 1994. Una Nación sin justicia carece de presente y de futuro.
Alberto Teodoro Indij, ex presidente de la DAIA
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