No alcanza con ver hay que saber mirar

“Mira: Yo pongo ante vosotros el día de hoy: Bendición y maldición.
La bendición: si escucháis los mandamientos de Adonai vuestro D.s que yo os ordeno a vosotros en el día de hoy. Y la maldición: si no escucháis los mandamientos de Adonai vuestro D.s y os desviáis del camino que yo os ordeno a vosotros el día de hoy, para encaminaros en pos de dioses otros que no habíais conocido” (Deut. XI 26-28)

Así comienza la porción Reé de la Toráh que leemos este Shabat.
El hombre es libre y como ser libre debe tomar decisiones y opciones.
Bendición y maldición, instinto del bien e instinto del mal. Ambas pulsiones conviven en nuestro ser. ¿Cuál es la recompensa de actuar de acuerdo a los mandamientos? Hacer lo correcto le da plenitud y sentido a la vida, esa es la bendición. Lo contrario, aunque a veces parece el camino más corto, te lleva antes o después a la frustración.

La semana pasada se nos decía no basta con escuchar sino hay que saber oír, en esta le agrega que no alcanza con ver, sino que hay que saber mirar.

La Bendición y la maldición están en nuestras manos y acciones. Las mismas no dependen de lo externo sino de nuestra conciencia y sentido de vida.

Escuche la editorial de nuestro director.