Radio JAI

La Radio Judía de Latinoamérica

DONAR

Barbra Streisand

Barbra Streisand

Seguramente, a muchos de los lectores de este portal se les puso “la piel de gallina” al escuchar el Avinu Malkeinu cantado por Barbra Streisand. La hija de Diana Ida Rosen y Emanuel Streisand nació en Brooklyn, Nueva York; el 24 de abril de 1942. Su carrera, que abarca más de seis décadas, sus logros en la música, el cine y el teatro; han hecho de ella un icono de la cultura estadounidense.

Tras una exitosa carrera como cantante durante los años sesenta, debutó en el cine con gran esplendor en el musical Funny Girl de 1968, que la estableció como una intérprete de éxito y que le premió con su primer Óscar como mejor actriz.

No se puede afirmar que haya contado con un apoyo familiar, pues su madre le aseguró que con esa nariz jamás sería actriz pero la chica judía de Brooklyn empleó su voz para llegar al éxito.

Su madre la llevó a algunas audiciones cuando era niña pero tampoco fue un gran apoyo para su autoestima: “Decía que yo era demasiado rara y flaca. Que no era lo suficientemente bella para ser actriz. Que mejor me hiciera mecanógrafa” y su padrastro la llamaba “fea”. Barbra desoyó a su madre y 15 años después fue portada de miles de revistas con fotos de Lawrence Schiller y Steve Shapiro, que al igual que Barbra, eran jóvenes judíos que salieron de Brooklyn y se abrieron paso en el arte y el entretenimiento en los turbulentos años sesenta.

“Cuando empecé a cantar no le daba ninguna importancia”, contó Barbra, quien presume de no haber tomado clases de canto. “Yo quería interpretar a Shakespeare, a Chéjov; ¿para qué acudir a un night-club? Pues para ganarme la vida. Me pagaban lo justo para comer”. Ganaba 50 dólares a la semana y todos los filetes London Broil [corte de ternera marinada y asada] que le apeteciera comerse. Poco a poco se corrió la voz y hasta el dramaturgo Noël Coward vino a verla. Armada con su voz, su sentido del humor y un par de vestidos de segunda mano, pasó a un club más importante, donde creció su reputación y la descubrieron los productores de Broadway.

Su gran oportunidad llegó con Funny girl, una comedia musical sobre la vida de Fanny Brice, la famosa estrella de los Ziegfield Follies, un espectáculo estadounidense de cabaré a la manera del Folies Bergère], cuya personalidad y origen se parecían mucho a los de Barbra: ambas eran chicas judías de clase obrera que habían decidido triunfar en el espectáculo a pesar de no ajustarse a los cánones de belleza establecidos. El papel de Fanny requería de una actriz y cantante que pudiera hacer reír y llorar. La búsqueda fue difícil. Anne Bancroft, Eydie Gormé y Carol Burnett rechazaron el papel. Stephen Sondheim le dijo al productor: “Necesitas a una chica judía, o por lo menos a alguien que tenga una nariz de verdad”. Así que productores y compositores fueron a conocer a Barbra, y quedaron cautivados por esta joven aprendiz de diva que no tenía miedo a burlarse de sí misma.

Entre sus premios y condecoraciones más importantes se encuentran: dos Óscar, nueve Globos de Oro (uno de ellos honorífico), diez Grammy (uno de ellos honorífico), cinco Emmy, y un Tony honorífico, el premio American Film Institute a toda una carrera, el premio Peabody, el Kennedy, la Medalla Presidencial de la Libertad y la Legión de Honor. Además cuenta con 14 certificaciones de multiplatino, 31 certificaciones de platino y 53 certificaciones de oro por sus discos.

Una de la películas con la que ganó un Globo de Oro como directora fue Yentl, (1983) la historia de una mujer judía que se presenta como muchacho para estudiar el Talmud; que Barbra co-escribió, produjo, dirigió, e interpretó.

Pero una de las distinciones que más atesora es el doctorado Honoris Causa por la Universidad de Jerusalem que recibió en junio de 2013, cuando concurrió especialmente invitada a la celebración de 90 aniversario de Shimon Peres

En su discurso de aceptación aplaudió el “alto número de mujeres doctoradas” en la Universidad Hebrea, 205 sobre 170 hombres ese año, y destacó el “espacio de paz” que supone el campus que la homenajeaba. “Me gustaría que el mundo fuera como los pasillos de esta universidad, un lugar donde todos son bienvenidos”, abundó. Pero, dichas las buenas palabras, llegó el golpe. Esa base de conocimiento y respeto no se puede topar con el “radicalismo” de algunos religiosos, como los judíos ultraortodoxos, cuya actitud ante las mujeres le genera “angustia”, cuando las obligan a ir al fondo del autobús o cuando no las dejan rezar libremente, como ocurre con sus límites en el Muro de las Lamentaciones. Una ovación silenció sus palabras y un “¡eres la mejor!” sonó en el fondo.

Streisand es conocida por su franca orientación política liberal y progresista, y es una activa defensora de sus ideas dentro del Partido Demócrata. Es asimismo una firme defensora de la causa de Israel.

Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Radio Jai

Ayuda a RadioJAI AHORA!
HAZ CLIC AQUÍ PARA HACER UNA DONACIÓN