Violencia antisemita en Texas

Todos los miembros de B´nai B´rith Internacional que integran la Organización en varios continentes, nos sentimos profundamente complacidos que el ataque y toma de rehenes en la sinagoga Beth Israel en la ciudad de Colleyville haya finalizado con la liberación de los rehenes sanos y salvos, después de doce horas retenidos por el agresor.

Tenemos muy presentes las tragedias con víctimas fatales en una sinagoga en Pittsburgh, Pennsylvania y en Poway, California, por lo que resulta enaltecedor desde todo punto de vista que este ataque a la sinagoga Beth Israel haya culminado con los rehenes con vida.

El asaltante exigía la liberación de Aafia Siddiqui, una mujer de 49 años, actualmente detenida en un hospital penitenciario en Fort Worth, cerca de Dallas. Un tribunal federal de Nueva York la condenó en 2010 a 86 años de cárcel por haber intentado disparar contra militares estadounidenses cuando estaba detenida en Afganistán. Estados Unidos sospecha que se unió a Al Qaida desde allí, y luego regresó a Pakistán, donde se casó con un miembro de la familia de Khalid Sheij Mohammad, uno de los cerebros de los ataques del 11 de septiembre de 2001. Durante su interrogatorio con las fuerzas estadounidenses, se hizo con un fusil y abrió fuego al grito de “Muerte a Estados Unidos”, “Quiero matar a estadounidenses”.

¿Qué relación tiene la historia de Siddiqui con atacar una sinagoga? Antisemitismo. El que se reitera con frecuencia y violencia en varias ciudades de Estados Unidos, de Europa, en las redes sociales de distintos continentes, en la incitación al odio desde Irán.
Repudiamos todas las manifestaciones de antisemitismo. Desde las que ejercen violencia como en la sinagoga Beth Israel hasta la connivencia cómplice de Nicaragua, Venezuela y Cuba recibiendo hace escasos días a uno de los planificadores del atentado a la AMIA Mohsen Rezai, que, a pesar de tener alerta roja de Interpol, pasea cómodamente por el mundo, en particular por las dictaduras latinoamericanas, y firma alianzas con otras dictaduras que desde su impunidad de veto en el Consejo de Seguridad demuestran que los totalitarismos pueden tener variantes cosméticas, pero la similitud en cuanto a sus mensajes de odio y violencia es históricamente reiterada.

Comunicado de B´nai B´rith  para América Latina

Por Eduardo Kohn Director de B’nai B’rith para América Latina