“El Kotel no es una sinagoga, es un espacio que tiene que estar abierto a toda persona judía y no judía” Rabino Mauricio Balter
El Rabino Mauricio Balter, reside hace muchos años en Israel y actualmente es el Director Ejecutivo de Masorti y Merkaz Olami organizaciones mundiales del judaísmo masortí (Movimiento Conservador).
Entrevistado para Radio Jai por nuestro director, Miguel Steuermann sobre la situación que se vive actualmente en el Kotel (muro Occidental de Jerusalem) especialmente sobre quienes deciden las reglas del lugar, y lo manejan como si ese espacio fuera una sinagoga. Abordó éste y otros temas inherentes a la política religiosa en Israel, como es el de las conversiones al judaísmo, que aún continúan generando mucha polémica.
“El Kotel no es una sinagoga, es un espacio público que tiene que estar abierto a toda persona judía y no judía”. Históricamente el Kotel no había tenido nunca divisiones entre hombres y mujeres, lo que se denomina “mejitzá”. Eso fue muy posterior a 1967, y hace algunos años, nombraron a un rabino de apellido Rabinovich, para que estuviera a cargo del espacio, que convirtió en sinagoga.
Hay dos discusiones distintas con respecto al lugar, que una tiene que ver con: “Las mujeres del Kotel”, las que piden rezar en el sector de mujeres en el Kotel tradicional, poder leer de la Torá en Rosh Jodesh (la celebración del nuevo mes). El grupo lo conforman mujeres ortodoxas, conservadoras, reformistas y laicas, que son independientes, no pertenecen a ninguno de los movimientos.
La otra discusión que tienen conservadores y reformistas, es acerca de “tener un espacio común para rezar hombres y mujeres juntos”. Este tema lleva mucho tiempo. Hace alrededor de 20 años, fueron a la Suprema Corte de Justicia para reclamar por un lugar, y el gobierno de ese entonces les otorgaba un espacio en un lugar que se llama Arco de Robinson, que se ubica, mirando de frente al Kotel tradicional, unos metros a la derecha del espacio de las mujeres, donde se ubica el Parque Arqueológico, para que rezaran en forma conjunta hombres y mujeres.
Mauricio Balter en esa época era Presidente de la Asamblea Rabínica de Israel y por ello, le tocó recibir el primer Sefer Torá para ese nuevo sector, de manos de quien era Secretario de Gobierno, Isaac Herzog, hoy presidente de Israel.
Continuaron rezando en su nuevo espacio y con el tiempo comenzaron a percibir que el lugar tenía algunas dificultades, entonces, entraron en negociaciones con el gobierno. Y entre los años 2015-2016 funcionó una comisión conformada por referentes de los diferentes sectores religiosos, encabezada por el secretario de Estado de entonces y discutieron durante dos años sobre cómo debería ser el lugar, que el sector estuviera administrado por una comisión conjunta, que hubiera un presupuesto para mantener el lugar ,que se reformara la entrada de modo que fuera más accesible para todos (hoy tiene muchas escaleras). Finalmente, en 2017 se logra un acuerdo; llegan los líderes reformistas y conservadores del mundo a firmar el acuerdo, y la noche previa a la firma, un periodista haredi (ultraortodoxo) publica la noticia sobre dicho acuerdo, y “se arma un escándalo”, por lo cual Netanyahu se retira y no lo firma. Destaca Balter que este acuerdo contaba con la aprobación de los partidos haredim y los Grandes Rabinos de Israel, es decir que todos estaban de acuerdo.
En el año 2019, el ministro de Diáspora y Religión de entonces, Naftali Bennett, por iniciativa propia, realiza mejoras en el lugar lo que generó la esperanza, cuando asumió Bennett como Primer Ministro de que se retomara el acuerdo que no se había logrado firmar en 2017. Lamentablemente, el jueves pasado, el Primer Ministro salió a anunciar que su gobierno no iría a atender el asunto. Según la perspectiva de Balter, eso se debe a problemas de coalición interna, nada personal. Sin embargo, expresó: “Para nosotros es una gran decepción porque atenta con el vínculo entre el judaísmo del mundo con Israel”.
Sobre las Mujeres del Kotel y su impedimento de rezar y leer Torá en el sector femenino, el rabino siente enorme tristeza por lo que allí sucede. El problema es que hay grupos fundamentalistas que no pueden aceptar otra forma de ver y percibir el judaísmo, no hay diálogo con ellos, porque siempre se creen dueños de la verdad.
Frente a esto cuenta Mauricio: “Una vez en una manifestación en el Kotel, fue atacado por algunos de estos “intolerantes” en momentos en que portaba un Sefer Torá, y ante lo grave que significaría que el Sefer cayera al piso, el individuo le restó importancia porque, según él, ese sefer Torá no tenía el mismo valor ya que no era el mismo que el respeta (obviamente no es así). Suelen suceder momentos desagradables, como el ocurrido en el último Tishá BeAv cuando ingresó en el lugar donde estaba rezando junto a otras personas, un grupo muy grande de una Ieshivá (academia religiosa) -unos 400 jóvenes- que tomó el lugar, marcó una división y comenzó a rezar a muy alto volumen a fin de molestarlos, a propósito, para que no pudieran rezar. “Fue muy violento”, expresó. Pero, luego de eso, uno de lo líderes del Movimiento Sionista Religioso, el rabino Melamed, uno de los más famosos que dictan Halajá (Ley Judía) en Israel, salió a decir que fue un error lo que había sucedido, y que deberían aprender a respetar a conservadores y a reformistas y a todos los movimientos que son distintos. “Es un cambio grande, nunca se había dado la situación de que un líder tan reconocido se expresara a favor del diálogo y de la no violencia. Soy optimista, veo que pueden cambiar algunas cosas”, declaró.
Sobre quién designa al Gran Rabino de Israel, con todo lo que ello implica, Balter indicó que, ante todo, esta es una figura política más que religiosa, que son designados por una comisión. En Israel se ha convertido en un tema de linaje. Los dos Grandes Rabinos que tenemos hoy son hijos de los dos Grandes Rabinos anteriores. Vale destacar, remarca Balter que “los Grandes Rabinos no pertenecen a la Ortodoxia, sino a la Ultraortodoxia”.
El ministro de Asuntos Religiosos de Israel, Matan Kahana, comenzó a hacer algunos cambios dentro del mundo ortodoxo. Trajo un programa de cambios muy importantes en Israel. Uno en el tema de conversiones, y otro en el de Kashrut.
Hasta ahora había un tribunal único que determinaba la línea de las conversiones, y eso lo convertía en una suerte de monopolio, la línea era muy dura y dejaba mucha gente afuera. Kahana dijo que quiere abrir el tema, que todos los rabinos de las ciudades reconocidas puedan tener sus institutos de conversión, y que cada uno que quiera realizar su conversión, pueda elegir dónde hacerla, lo que llegaría a generar competencia entre los institutos y con ello, un mejor nivel.
En el tema Kashrut, sucede algo parecido; hay un monopolio que hace encarecer los productos, niveles de corrupción en el tema. Entonces, el rabino Kahana propone también allí abrir el tema y que también desde el organizaciones privadas puedan dar certificados de Kashrut, según las pautas dadas por el Rabinato Central.
El rabino Balter comparte palabras de Matan Kahana: “El judaísmo, aun dentro de la ortodoxia, tiene múltiples matices, por lo tanto, debemos darle a la gente la oportunidad de elegir, para otorgar un mejor servicio y la mejor forma de vivir su judaísmo”.
“Esto es una revolución dentro del mundo ortodoxo en Israel”, revela Balter. Y bendice estos cambios, que se empiece por esta apertura dentro del mundo ortodoxo, y que espera que D’ios quiera, algún día también se puedan reconocer en su totalidad la vida de todos movimientos liberales.
El director ejecutivo de Masorti y Merkaz Olamí se declara optimista, “Esta es nuestra tierra y hay mucho para seguir mejorando en el país”.
Redacción gentileza de la Profesora Cita Litvak
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